Este es el título del poema que abre Andrómeda. Una vez leídas, todas sus páginas deberían consumirse en este incendio, en el que la Pasión según San Mateo, de Bach, cede y se repliega frente a la primera línea de Gloria y las últimas de Gung-Ho, cantadas por Patti Smith.
No hay comentarios:
Publicar un comentario