PÁJARO DE CHINA
viernes, 4 de diciembre de 2009
VIII.
Que no se acabe la noche
de esta noche
ni la boca que mastica mi boca
sin saber que llueve.
Que no se acabe la lluvia
de esta lluvia
que me lava la lengua de palabras
que no saben decir.
Que no se acaben los intrépidos gatitos
que nacen empapados
entre los pliegues
suaves e hipnotizados
de mi falda de colores en coma.
Estoy en coma de amor,
hoy me como la cama donde te vi dormir.
Las colas de los gatos, ya maduros,
se enlazan a tu sien.
Ondulan sus enigmas hasta mis pies en celo.
De mi talón a tu sed dispara cielo el cielo.
Tiene celos de mí. Y quién me viera.
Soy la arquera del rey.
La flecha del espasmo te ha dictado su ley
y no hay manera de desobedecer. No hables.
No paro de parar mis piernas
sobre tu corazón
siamés.
De mi pañuelo de seda
no hay salida posible. ¿Y para qué?
La linterna se pone su guante,
el que no mide y roza tu costado
como una sombra de gato
que no ves.
Ten piedad de Hollywood, porque quiere durar.
No te lo tomes todo. A rehabilitación ... falté
desde el primero de los últimos días.
Ten piedad de mis arcabuceros
a ciegas en la sala donde nadan
mis sogas.
Me cuelgo de los nervios
de tu indomesticable grado cero.
Se acabó la anestesia,
por la gracia del dios de los corderos
de Dios. Soy la cinta que gira perforada
atada al aro de tu zona de riesgo.
Me quiero resbalar. Y me resbalo
y patino en la nieve de tu estremecimiento.
En tu cabeza triangular de animal
me salgo de la fila de los crucificados.
Al acomodador lo soborné
con mis treinta denarios
robados en el reino del Nunca Jamás.
Nunca, jamás, te atrevas a decirlo.
El cine mudo es inolvidable.
En el banco del parque
no sé hacer otra cosa que mirar
la diagonal que sostiene tu pómulo
imperfecto.
Ten vocación de Hollywood
para quedarte quieto y sostener
el tiempo.
Que no pienso salirme de este cuadro.
De este lado no duele y de aquel otro
está lloviendo de veras, no para de llover
y ya no sé dónde sentar
mi cuerpo.
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Debe ser porque inmediatamente pensé en Lovecats de The Cure...
ResponderEliminarMe encantó.
ResponderEliminarmaldita lluvia
ResponderEliminarHermoso poema.
ResponderEliminar"Nunca, jamás, te atrevas a decirlo.
El cine mudo es inolvidable." me hace acordar a la frase de dolina que dice: "La distancia hace que los romances duren para siempre" no sé la ausencia y el silencio... se igual
o casi.
Saludos desde Mundo Aquilante
como siempre, fue un placer
Me encanta leerte, lo demás ya lo dije.
ResponderEliminarUn placer.
Saludos.
Soberbio.
ResponderEliminarUn coma de amor es una imagen poderosa.
Siempre nos sorprende este pájaro. Siempre, auque vengamos preparados.
Un abrazo
Cada vez me gusta más leerte.
ResponderEliminarQuizá del lado que llueve sepan volver a hacer una diadema, recojan los pedazos y se rían.
ResponderEliminarSiempre poderosa, Pájaro que vuelas alto.
ResponderEliminarUn abrazo
Un poema como un golpe fuerte, de cola de gato en la sien. De rotura del himen al ver por vez primera el cine mudo y redescubrir el silencio y la música, acomodada.
ResponderEliminarUn coma, un coma en la falda y una no-escapatoria en tu pañuelo. Ojalá fuera ese pañuelo lugar para preparar fila para morir -como decía nuestra Pizarnik-.
Ojalá pudiera abrir la puerta del abecedario que es tu poema, llevar papel pintado para mi habitación y quedarme en tu república, desagradecida con mi pensamiento, y con la naturaleza animal adentro, golpeando mi vida.
Un abrazo. Muchas gracias.
Es preciso,precioso,potente...Un saludo.
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