PÁJARO DE CHINA

domingo, 28 de noviembre de 2010

LA ERA TECNOLÓGICA SE ACABÓ


La era tecnológica se acabó.
Fue la de mi beata ignorancia.
Jamie Sommers se alzaba de la silla de ruedas
para correr más rápido que un lobo.
Podía escuchar la amenaza distante,
fracturar una puerta con el puño.
Saltaba del paracaídas a la certidumbre.
La CIA se ocupaba de su resurrección.
Jaime Sommers tenía, en el lugar del sexo,
andróginos pantalones deportivos.
Es lógico que no me sorprenda Matrix.
¿Por qué no escriben una tesis
sobre Oscar Goldman?
En la cocina familiar se acumulaban
los platos sucios.
Se acababa un capítulo con Jamie Sommers
y me asomaba al temblor de una escritora suicida.
En la era tecnológica yo me sentía muy profunda.
Y la buena de Jamie no quedaba lisiada.
Cuando la casa implosionó,
me anclaron en el sexo el triángulo
de las Bermudas.
Me introdujeron entre las costillas
una placa de titanio y un catéter
que hacían sonar la alarma en el supermercado.
Tuve que mostrar el ticket de una horma de queso.
Si no existiera Google te lo diría por carta,
por télex, por teléfono. Te haría señales de humo.
Tuve que acreditar la propiedad
de doscientos gramos de panceta.
Ya sé que la "panceta" no es poética.
Pero cualquier metáfora de "panceta" es delictiva.
Ahora hay sustitutos de la CIA
dispuestos a tomarme de rehén.
Es la reconstrucción casera o la cabeza en el horno.
Ahogarse de la risa o en el fondo del río.
Es, mejor dicho, el equilibrio punzante
entre la carcajada biónica y la desolación.

3 comentarios:

  1. Muy bueno, como siempre. Me has hecho reír y sonreír y es otoño en España y las risas escasean... Gracias, B... ella.

    ResponderEliminar
  2. "Ya sé que la "panceta" no es poética.
    Pero cualquier metáfora de "panceta" es delictiva".
    Totalmente. ¿Qué metáfora le ponemos al mondongo, por ejemplo?¿Hablaremos, en su defecto, de michelines? Lo mismo pasa con la morcilla -que a mí me resulta la mar de poética-o el peccetto, que es también más poeticón.
    Jamie Sommers vivió entre nosotras en la era de la decadencia impuesta, en el blanco y negro de nuestros miedos teledirigidos. No es de extrañar que hubiera que acreditar propiedades de panceta.
    :+

    ResponderEliminar
  3. Todo lo que tocas se convierte en un mágnifico poema. También recuerdo a Jamie Sommers y sus cuentos.
    Un abrazo

    ResponderEliminar