PÁJARO DE CHINA

miércoles, 16 de febrero de 2011

JACK & ROSE





Jack & Rose sellan mi pasaporte
a un mundo de campanas de cristal y pasamanos
donde se salvan los dibujos naufragados,
donde las cosas duran en el fondo del mar.
Zapatos y juguetes, porcelanas y pianos.
Lloro descontroladamente mientras se descubren,
deslumbrados. En la heladera me queda
un cartón de leche sin abrir. Restos de chocolate.
Sé que Jack se hundirá aterido en el Mar del Norte.
Que Rose vivirá y parirá y envejecerá sin olvidarlo.
Que esta bengala será silencio y polvo.

Desconecté el teléfono. El agua succiona las palabras.
Me envolví en una frazada quitapenas.
Me calcé las medias de lana con agujeros.
Lloro porque se aman y hay un iceberg gigante a la deriva.
Sé que la catástrofe no repara en daños.
Pero aprendí a llorar, como en la infancia, 
a escondidas, 
tragando despacito el azul metálico.

Mañana tengo que remendar las medias, ahuecar la frazada,
ir al mercado a procurarme los panes y los peces.
He visto los escasos botes de emergencia.
La brevedad aterradora de los plazos.
Lloro porque la intensidad angelada de ese amor
invertirá el sentido de las olas que me tapan.

Me mienten. Me destripan. ¿Debo llorar o reír?
¿Por qué no dejar ir los pedazos de hielo?

En todo caso, debería revisar la noción de lo superfluo.
Apollinaire recordaba
la puerta del culo femenino en la trinchera.
En un trineo infantil cabe una vida entera.
Debería escribir
sobre la vida silenciosa de las cosas.
Los cartones de leche, las medias, las frazadas.
El mínimo equipaje del exilio.

Jack & Rose suspenden los relojes y la guerra,
el accidente y la melancolía, 
las esquirlas de obús en la cabeza,
estas horas menudas y terribles,
las horas del desastre que nadie filmará. 





(incluido en Rehenes, inédito)




  

6 comentarios:

  1. Yo también aprendí a llorar en silencio(creo que como hermana mayor pensaba que no debía dar muestras de debilidad)"tragando despacito el azul metálico(hermosa y certera imagen que va a parar a ese baúl donde se guardan las palabras tesoro. Gracias

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  2. Estoy muerto de miedo: Me mienten. Me destripan. ¿Debo llorar o reír?
    ¿Por qué no dejar ir los pedazos de hielo?

    joder...........

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  3. Pasé cerca de dos años envuelta en una frazada quitapenas.Mi vida se convirtió en un iceberg a la deriva.ma salvaron las películas, los libros,la música. desde entonces no salgo de mi madriguera, estoy a salvo; fuera hace miedo.
    besos, más besos casi con el moqueo lloroso.

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  4. una taza, un libro, un florero, una gorra...cosas pequeñas que guardan trozos de vida...

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  5. es sencillamente P R E C I O S O

    quiero Rehenes

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  6. Lo qué no sé decirte:
    Los poemas no se parecen a los cuentos, ni tan siquiera cuando son narrativos. Todos los cuentos tratan de batallas, de un tipo o de otro, que terMInan en victoria Y derrota. Todo avanza hacia el final, cuando habremos de enterarnos del desenlace.
    Indiferentes al desenlace, los poemas cruzan los campos de batalla, socorriendo al herido, escuchando los monólogos delirantes del triunfo Y del espanto. Procuran un tipo de paz. No por la hipnosis o la confianza fácil, sino por el reconociMIento Y la promesa de que lo que se ha experimentado no puede desaparecer como si nunca hubiera existido. Y, sin embago, la promesa no es la de un monumento. (¿Quién quiere monumentos en el campo de batalla?) La promesa es que el lenguaje ha reconocido, ha dado cobijo, a la experiencia que lo necesitaba, que lo pedía a gritos."
    John Berger

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