Cuando estamos tristes,
pensamos en París.
En París,
yo hubiera tenido el pelo corto.
Una remera a rayas,
como Jean Seberg en A bout de souffle.
Vos hubieras escrito tu novela.
Quizás nunca te hubieras puesto una corbata.
Probablemente no hubiéramos tenido hijos.
París ha sido, durante todos estos años,
nuestra excusa perfecta.
Pero ninguna excusa es duradera.
A veces, París arde. Insoportablemente.
Y en el espejo vemos, cubierto de cenizas,
el avión.
(incluido en Rehenes, inédito)
Imagen: Revolutionary Road, Sam Mendes, 2008.
Me encanta.
ResponderEliminarY me encanta esa imagen, y esa película.
Y esa pareja,y ambos dos por separado.
Y esa angustia, y ese deseo retrospectivo.
Y esta canción, Mariel querida:
http://www.youtube.com/watch?v=mys2FO3kiTE
Un beso;)
A veces, la vida te empuja hacia donde una no quiere ir. A veces la vida, destruye sueños.
ResponderEliminarCartografía vital de muchas vidas. Por eso, estos poemas son tan fundamentales.
P.D tulipanes rosas, donde sumergirse para encontrar la dulce fascinación…
París no se acaba nunca. Siempre nos quedará París. Los aviones caen, los sueños viajan encima de las nubes. me gusan tanto tus comentarios...siempre.
ResponderEliminarY un video pura poesía para ti.
Mi cariño incondicional y agradecido.
http://www.youtube.com/watch?v=dP15zlyra3c
Ante todo, Pajara, feliz anio 2011 y anio del Conejo!
ResponderEliminarPense que andarian haciendo el seguimiento de Colochini, y venia a jugar un rato, pero estamos pensando en Paris y... con este calor, que arde insoportablemente, dan unas ganitas grandes de pensar en ella, siempre, como que no.
Besos.