Ocho días hace que tengo un blog y si es para poder sumergirme en otros loado sea Spielberg y ver el mundo de adentro de lindas personas para poder imaginar el mundo de afuera, tán feo otras tantas veces, con tan poco respeto para con los tiburones, me baso en una mandíbula que se pudre en mi fallado...
Ahora que, tengo entendido, que a los tiburones los encierras en un acuario municipal de esos, les miras a los ojos, como Cortazar en el cuento aquel, y es posible, sólo posible, que se vuelvan vegetarianos. (aún no sé como a un dentífrico no se le ocurrió anunciar su pasta con tiburones de protagonistas) Saludos blogueros
Ocho días hace que tengo un blog y si es para poder sumergirme en otros loado sea Spielberg y ver el mundo de adentro de lindas personas para poder imaginar el mundo de afuera, tán feo otras tantas veces, con tan poco respeto para con los tiburones, me baso en una mandíbula que se pudre en mi fallado...
ResponderEliminarAhora que, tengo entendido, que a los tiburones los encierras en un acuario municipal de esos, les miras a los ojos, como Cortazar en el cuento aquel, y es posible, sólo posible, que se vuelvan vegetarianos.
ResponderEliminar(aún no sé como a un dentífrico no se le ocurrió anunciar su pasta con tiburones de protagonistas)
Saludos blogueros
Inspiran miedo, pero nunca los respeté ni los tuve mucho en cuenta: no soporto esa dentadura tan torcida!
ResponderEliminar