12 fechas, 22 goles. 1,83 goles por partido. ¿Cómo se computa el 0,83? ¿Es una pelota golpeando el travesaño, una pelota que un tiro libre dispara a milímetros del arco, una pelota que inicia una trayectoria apenas desviada de la celebración? ¿Es un jugador que se quedó sin aire en la carrera, un error de cálculo al patear un corner, un calambre solapado en un abductor? Hay aroma a espectáculo en el Ducó. Un sector vacío dentro de la cancha está siendo ocupado. Y alguna gente hace cálculos y se entusiasma. Pero, en realidad, el número no importa.
Es la consecuencia directa de lo que ocupa el sector vacío. Eso que, conforme el diccionario del Intendente Díaz, sería una sumatoria de momentos "epifánicos". Como son "epifánicos", yo no puedo nombrarlos. Entonces el sector continúa aparentemente vacío, pero iluminado inclusive cuando llega la noche. El canchero no encuentra explicación.
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