LE CHOUCHOU DE CARLA

Ella es bella, culta y canta adorablemente. Pasó por todas y por todos y un día se casó con este mequetrefe y se convirtió en la primera dama de Francia. El encarna la derecha conserva y reaccionaria de su país (más a su derecha está Jean Marie Le Pen, se me ocurre) y tiene que usar mocasines con taco para no hacer papelones en las fotos oficiales junto a su esposa. Pero la cuestión es, en estas imágenes, cómo Carla lo toquetea a Sarko y cómo él le devuelve los toqueteos frente a cinco lectoras de una símil "Para Ti" gala. Supongamos que la aparición de Sarko no es sorpresiva y que hasta los toqueteos mutuos están preparados. Que Carla está jugando por un rato a ama de casa del Elysée y, por cierto, no va a recibirlo haciéndole la venia ni cebándole unos mates. Como sea, honestamente no me imagino roces así en los matrimonios presidenciales argentinos. A estos dos les dan dos minutos más de cámara y se ponen en bolas y arde París. Los nuestros no se tocan ni con un palo envuelto con un trapo embebido en Espadol. De los nuestros, los que rigen los destinos de este país obsesionado con los culos y el sexo, lo máximo que hemos conseguido fue aquel piquito de coté y con cara de evidente asquete simulado de mala gana por la Bolocco el día de sus nupcias con el Innombrable. Ya sé que Hilda "Chiche" Duhalde no es la Bruni. Pero el tema es que por casa parecen todos salidos de una Frigidaire. Porque el toqueteo, sospecho, no depende de la edad ni de la hermosura, sino de las ganas que uno tiene (o inventa) de pasarle la manito al cónyuge y despedirlo con un ... buena suerte, Chouchou! Que los asesores de imagen le pasen este videíto a todos los candis matapasiones que nos han tocado en suerte. Que exuden un poco de sensualidad (les costará horrores con esas jetas pero que lo intenten, aunque sea sin un Chouchou mediante) y verán cómo trepan en las encuestas. Ya sabemos que no votamos proyectos sino eslóganes. Que escupan el eslógan y se toquen un poquito, entonces, ahora que viene el invierno.