Cindy Sherman, Untitled Film StillsLo inquietante, verdaderamente, es el fuera de campo. La información sobre el fuera de campo no está en la foto sino en nuestra cabeza. Esa información es en realidad un repertorio de conjeturas. En consecuencia, la historia es inevitablemente una especulación inestable.
Me gusta esta ontología, este descubrimiento del mundo de raíces cinéfilas. Y qué grandes maestros ha tenido el fuera de campo. Mostrar sin mostrar, el arte de la elipsis es lo que falta a estos tiempos un poco zafios, que todo lo exhiben: el horror, pero también la belleza, que parece que hay que dilapidar, demacrar, putrescer. Nada queda intacto, a salvo en el fuera de campo, el mejor lugar para esconder -y sugerir- todos los tesoros.
ResponderEliminarabrazos
Quizás lo inquietante está fuera de campo porque está detrás de la mirada, en su cabeza. Él está inquieto por lo que ve, quién sabe si dentro o fuera...
ResponderEliminarDe todas maneras, a mí me inquieta que esté cruzando algo similar a una autopista, a pie y llevando lo que podría ser una bicicleta. Él parece mirar hacia algún lado con preocupación. Quizás tema que finalmente lo arrolle un camión salido de su interior. Mientras, por la autopista de la vida, los demás circulan fácilmente, ajenos...
Querido Búfalo, estamos hecho en gran parte de lo que hemos imaginado en aquello que no hemos visto. ¿No es así, o parecido? Abrazo dentro del campo.
ResponderEliminarDetective Susana, que pesquisa la imagen: sí, hay amenazas dentro y fuera de la cabeza. Y sí, ciertamente, terminan arrollándonos nuestros propios camiones. Besos en la ruta.
ResponderEliminarMe gusta vivir de lo inestable, la sorpresa, la suposición. Una cadena de favores que nos otorgamos a nosotros mismos en el azar de la evidencia.
ResponderEliminarUn saludo Mariel (apunto peli para el verano...)
Sí, la línea recta sería mortalmente aburrida. Mejor ser trapeciste que aprende a armarse, con su mundo interior, la red. Abrazo fuerte, Sidall.
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