PÁJARO DE CHINA

lunes, 22 de junio de 2009

TU ELECTRICIDAD ALIVIA MI COMA


(Dedos de Pólvora, esto estaba pensado, o soñado, antes de que nos cruzáramos y supiera que Iggy vive en tu casa virtual)

Si me ven caer haciendo stage-diving sobre el asfalto, no llamen a la ambulancia ni despejen al círculo de morbosos que ciertamente se congregará para presenciar el patético espectáculo. Para darme aire, conéctenme a Iggy Pop y déjenlos asistir al milagro de la electricidad. No aquélla que explorara Alva Edison, sino ésta en la que se consume y se consuma esta criatura anfibia de cuerpo cincelado, que anda por la vida con el torso desnudo, para evitar intermediarios entre los fogonazos vitales y su cuerpo irredento. Son esos fogonazos los que han tallado su vientre como golpes de látigo y le han dejado el poco pelo lacio como un trapo permeable, curtido y aplanado por el viento. No me pongan los peregrinajes de Liszt ni los evangelios de Bach, ni el N° 2 de Rachmaninoff para piano y orquesta, con los que suelo levitar en horas apacibles. Si necesito levitar porque el asunto se puso pesado, inyéctenme The Stooges. Que el desenfreno sacuda y despierte mis vísceras y el vértigo del borde lance a mis órganos a cumplir su deber. Pásenme In the death car, para que recuerde que debo huir de ese automóvil. Y Lust for Life, para que me acose la sed sexual y la urgencia de beberme hasta la sangre con la que el Conde Vlad se alimentaba. No me traigan ninguna enfermera, excepto a una China Girl, una lolita gótica que me haga pases de geisha. Si no reacciono hidrátenme como si fuera suero con el aullido interminable de The Weird (no estaría mal alternarlo con el Howl de Allen Gingsberg), sin saltar una sola pista, como si se tratase de un tratamiento prolongado. No me den paz, Gimme Danger. Y recuérdenme que no debo apenarme, porque al final soy una pasajera en tránsito, The Passenger, en módico honor a lo que sea que fuera mi singularidad. Dejen que Iggy se tense y se desboque, déjenlo Search and Destroy, esto es, que busque y destruya lo que me esté destruyendo. Que grite Bang, Bang y dispare su furia. Que yo no empiece a balbucear tiernas e inútiles palabras de despedida, sino un reclamo en modo imperativo: I wanna be your dog. Si muevo una mano imperceptiblemente, no es que quiera comunicarme con alguien. Estoy pidiéndole un Candy. Si tiene la delicadeza de ponérmelo en la boca y decirme, además, I wanna be beside you, córranse y háganle lugar. Que se tome un whisky y me cante One for my Baby, con las venas batiéndole en las sienes. Porque todo lo demás es Blah, Blah, Blah. Ha salido del pantano para inclinarse y acunarme como si fuera una niña. Déjenlo hacer si ya no me levanto. Que me cubra y en un último acto de prestidigitación, se multiplique para recuperar y unir todos mis amores y me susurre al oído Les feuilles mortes. Así.

11 comentarios:

  1. Reconozco no reconocer el Iggy Pop que te hace resucitar. Reconozco haberme sorprendido ante lo que has bajado de tu cielo de supervivencia para nosotros, y haber buscado más de aquello que puede darte la vida cuando caes en coma.

    Él -o su clarinete, que acaricia los alrededores antes de llegar a una de sus notas- tiene el honor de resucitar el pájaro; de traerle buchitos de China para que respire. Lo veo de otra forma. Como si su radiografía me devolviera una estructura que desconocía. Bendito seas, Iggy.

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  2. Siiiiiiiiiiiii!!!!!!!! Iggy por favor,que grande.
    Beside you!! uf....la escucho siempre...ese disco...con Mixin the colors...Wild america...genial.
    Grande este Blog,muy grande.

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  3. Susana, bendita seas vos, atenta a recoger y embellecer cada descubrimiento con tus palabras. Cuando me caigo, necesito rock para levantarme. Dicen que eso pasa en la adolescencia, pero parece que yo vivo una adolescencia prolongada. ¿No iría my de la mano y en contraste su versión "crooner" de Les Feuilles Mortes con tus flores radiografiadas?

    Besos potentes como Iggy.

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  4. Dedos-de-Pólvora-en-el-Abasto: Grande vos, que le dedicaste un blog, es decir, una casa virtual y paralela, a ese rock que nos salva la vida o, como mínimo, nos la hace más tolerable. Ayer estuve paseando un rato a la madrugada por esa casa y, era de esperar, me encantó. Hace poco recordé las viejas épocas con Kiss y me enchufo y me cargo, para enfrentar el día, con el último de Motorhead.

    Larga vida al rock, que hace que la nuestra también sea larga, o corta pero intensa, como corresponda.

    ¿El Pájaro de China te puede enlazar, así te tiene a mano en su casa y no tiene que salir a buscarte en la planicie de Google?

    La que hubiera querido ser Miss Argentina (no la de los concursos, se entiende, sino ... ¡la de Iggy!)

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  5. Mariel, tierna Mariel. Ellos dicen que esto es de adolescentes y aquello otro de brutas, eso de ahí de locos, aquello de más allá de brujas. Ellos dicen y condenan. Ellos dicen y no piensan. O piensan subterráneamente porque se han prohibido estrictamente cuanto les pueda hacer sentir.

    Pero tú, que eres niña y adolescente y vieja sabia, y las proporciones te las merendaste un día sin saber, no retoques ni una coma de cuanto te revive por ellos. Si no, los que te seguimos desviaremos la ruta, perdidos...

    Las feuilles pueden parecer muertas. Pero los que las hemos visto vibrar, sabemos que una radiografía, como tú dices, les evidenciaría su alma bullentek, y que una transfusión de Iggy Pop reharía a algunas de las más hermosas.

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  6. Susana que aspirás el perfume de flores radiografiadas, cada comentario tuyo es un condensado de poesía para guardarse en el bolsillo del pantalón, como un pajarito tibio (de China) al que rozar con la punta de los dedos si soplan vientos fríos. Nos seguimos mutuamente y vamos en la misma dirección, el alma es bullentek y lo que amamos revive hasta lo que una radiografía inmoviliza y secuestra. Besos agradecidos (con proporciones revueltas y vivas de chocolate, café con leche y música para la merienda).

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  7. Alucinante ver a Iggy en tal coyuntura. Y salvar el pellejo, como siempre, como sifuera fácil. Gracias!

    A mí me pasa algo parecido a lo que sugieres. Amo la música clásica, pero para la dureza del día a día necesito mi dosis de catársis eléctrica. Eso sólo me lo aporta el rock, incluso en sus variantes más crudas -punk, metal, noise-. Últimamente no paro de escuchar, cuando me subo al coche -en pocos sitios se escucha la música como cuando conduces-, un tema de New Model Army, "The hunt". Oirlo me produce la misma agitación nerviosa de los grandes temas de los Stooges -"Search and destroy" es mi favorito, pero hay tantos...-. Enviado por cierto el pack.

    Besos stagedivinos

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  8. Iggy cantando Les feuilles mortes (deliciosa canción). Y lo hace acariciando las palabras. Esto nunca me lo hubiera esperado...

    Gracias por el regalo y por tus palabras.

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  9. Rubén: Eso es exactamente lo que me ocurre a mí. Es como si el rock me pusiera en vena para enfrentar la dureza del día, para ir ablándandola como se ablanda el cuerpo cuando escuchás ese rock duro que te succiona y te deja exhausto, lánguido, habiendo "soltado" los pensamientos. En los últimos tiempos la música clásica me produce una melancolía insoportable y huyo de la melancolía como de una enfermedad. Ya llegó el pack, muchas gracias por abrir la caja de tesoros de tu escritura. Lo leí solo una vez y me impresionó. El rock duro viene a cuento: quedé hipnotizada. Iba línea tras línea y no podía parar. Tenés una escritura extraordinariamente potente y visual. Pero tengo que navegar otra vez esas aguas turbulentas (en las que me perdería voluntariamente) para traducir en un mail los escalofríos en mi espina dorsal.

    Stalker, querido Búfalo mío, que el Iggy no será la estremecedora Barbara, pero reconozcamos que tiene lo suyo y hay que atréversele a Les feuilles mortes con el torso desnudo y esas mechas ... Para mí está a la altura de Waits o de Cohen. Pero éste es un crooner que se arriesga en territorios que parecían imposibles. Y brilla.

    Besos de stage-diving donde la íntima multitud de la cueva de topos nos sostiene.

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  10. Mariel, no sabes cuanto me satisface que mis textos te hayan causado esa impresión. Ya me dirás cuando tengas tiempo, no hay prisa... besos!

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  11. Yo, ya no sé si entrar en coma por tus palabras, o por la música que nos dejas... Pues en tus palabras hallo el reino de lo desconocido, me adentro en tu pulso y bombeas mi corazón con su latido... Y la música...¡mámma mía, la música va en vena, directa desde aquel nacimiento impreciso, del que se supone no debo acordarme!
    Pues me quedo con el video. Te recordaré cuando lo vea. ¿Me estoy convirtiendo en fetichista? ¡Qué más me da! Puede que la palabra, muchas veces no sea libre, pero al pensamiento no hay quien lo enjaule. En mi caso, las palabras son tan libres como mis pensamientos...: asi me va.
    Ja,ja,ja
    Disfrutando sigo en tu vuelos.
    Abrazos

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