Todo lo que uno recibe es pasión
(Jacobo Fijman, Molino Rojo, 1926)
No soy enfermo. Me han recluido. Me consideran un incapaz.
Quiénes son mis jueces…
Quiénes responderán por mí.
Hice conducta de poesía. Pagué por todo.
Sentí de pronto que tenía que cambiar de vida. Alejarme del mundo.
Y me aislé.
Me fui de todos, aun de mí…
Hoy es la demencia un estado natural.
Todas las palabras son esenciales. Lo difícil es dar con ellas.
El delirio son instantes. Puede durar toda la vida.
Mi poesía es toda medida.
El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad.
Dar con las palabras, las esenciales, para que la poesía vuelva a su estado natural de gran sinceridad. Ha de ser tal, que incluso ha de tener mayor sinceridad que la propia realidad.
ResponderEliminarMe ha encantado, Mariel. Texto fuerte, como toda tú. Texto loco. Bienvenida la demencia que nos convierte en únicos. Un grandísimo abrazo
(durante un tiempito, te iré siguiendo a trocitos)
Susana, Fijman pasó 28 años de su vida encerrado en un psiquiátrico, pidiendo por favor que no le destrozaran la cabeza si le practicaban una autopsia. Lo martirizaron con electroshock y técnicas de disuasión y domesticación afines. Había sido compañero de ruta de Girondo y charlado en París con Breton, entre otras luminarias. Tocaba el violín, amaba dibujar y lo conocían como el "angel del hospicio". Lo único que tenía era papel, una caja de lápices y la ropa que llevaba puesta. Así vivió y así murió y sus palabras destilan luz, a pesar de todo. Que estés cuando puedas y cuando quieras es siempre una enorme alegría. Besos que refrescan tu verano.
ResponderEliminarHan sido tantos habitantes de psiquiátrico. Bueno, ya sabes a que me refería. Hacia a donde apuntaba. Quienes son mis jueces… hoy no habrá electroshocks pero otro fármaco ocupa su lugar. Todos estamos enfermos.
ResponderEliminarCuando ya nada se espera personalmente exaltante
mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea las tinieblas,
cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos claros de la muerte,
se dicen las verdades:
las bárbaras, terribles, amorosas crueldades:
Se dicen los poemas
que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
piden ser, piden ritmo,
piden ley para aquello que sienten excesivo.
Con la velocidad del instinto,
con el rayo del prodigio,
como mágica evidencia, lo real se nos convierte
en lo idéntico a sí mismo.
Poesía para el pobre, poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.
Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
decir que somos quienes somos,
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
Estamos tocando el fondo.
Maldigo la poesía concebida como un lujo
cultural por los neutrales
que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
personales, me ensancho.
Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
y calculo por eso con técnica, qué puedo.
Me siento un ingeniero del verso y un obrero
que trabaja con otros a España en sus aceros.
Tal es mi poesía: Poesía-herramienta
a la vez que latido de lo unánime y ciego.
Tal es, arma cargada de futuro expansivo
con que te apunto al pecho.
No es una poesía gota a gota pensada.
No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
Es algo como el aire que todos respiramos
y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.
Son palabras que todos repetimos sintiendo
como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
Son lo más necesario: Lo que no tiene nombre.
Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.
Escuchale sangrar, te va a gustar sangrar a ti tambien. Hervir la sangre:
http://www.goear.com/listen/f447d6d/La-poesia-es-un-arma-cargada-de-futuro-Paco-Iba%C3%B1ez
Da en el clavo de su situación sin sacar de contexto su propio calvario y a la vez se pueda aplicar a la situación de uno mismo.
ResponderEliminarMe estremece especialmente esta parte en la que se cuestiona quién es su verdugo, tanto en la cuestión de la condena como de la salvación.
Un camino con pocas palabras que se extiende hasta donde alcanza el dolor de quien escribe el poema. Una pequeña ventana a toda su oscuridad.
Me gusta.
Un bacio y mi regreso Mariel.
Bash: El poema que recita Ibáñez es la definición exacta de la poesía como instrumento de resistencia, no como "lujo cultural de los neutrales, "bello producto" y "lujo perfecto". Los neutrales nunca son neutrales. Son funcionales al orden existente. Y la poesía que no de cuenta de eso es puro onanismo intelectual. Todos estamos enfermos, sí. Los que podemos pagarlo, tomamos Clonazepam. Besos empastillados.
ResponderEliminarAdorable Portinari: ¡Te extrañaba! Esa capacidad para dar en el blanco y mirar de frente el núcleo de las cosas ... Como dice Bash y vos también, el poema se aplica a todos. Es bello que uno lee algo y siente que podría haberlo escrito y firmado. ¿Será eso la comunión? Sí, Fijman tenía pocas palabras y abría pequeñas ventanas. Podría haber hablado ampulosamente de su nomadismo irremediable, de sus catástrofes y de sus encierros. Pero lo hizo dulce e implacablemente, como un niño. Baci che ringraziano tu ritorno a casa.