PÁJARO DE CHINA

sábado, 8 de agosto de 2009

DEJA PASAR MI EQUIPAJE

Henri Rousseau, La bohemia dormida, 1897

Si te calzás un vestido de colores, no te muerde. Si vas descalzo, es posible que te lama los pies. Si te dormís abrazado a un palito de madera que oficia de bastón (cualquiera sea la forma que asuma tu bastón, que puede ser o no un palito de madera), no se atreverá a arrancarte de tu sueño. Si desenfundaste la mandolina en el desierto, te respetará. Serás un negro en un mundo de blancos, aunque tu piel te diga lo contrario. La garra retrocede ante los que no montan guardia en el desierto. Ante los que no portan arma. El colmillo no rasga el color ni osa arañar la cuerda del instrumento. El sueño del nómade no atado a la razón disuade al monstruo. No es la música quien calma a la fiera. La seduce el modesto y refulgente equipaje del viajero. Si esta luna inverosímil durara un poco más, el león te besaría la boca. Porque, si despertaras, acariciarías fascinado la cabellera inverosímil del león. Ese gesto es tu escudo.

Él nunca vio un desierto ni una selva. Nunca salió de su país natal. A veces robaba estampillas o unos pocos francos franceses. Iba al Jardin des Plantes de París, a imaginar. Tenía que trabajar para vivir. Un papá que fabrica lámparas de aceite no puede pasarte una renta. Tuvo que ser, a la fuerza, un modesto burócrata de Aduanas. Vio morir a todos sus hijos, menos uno. Esta información es cierta. En cuanto al resto que pudiera decirse, él se encargó de inventarse una vida falsa, posiblemente para compensar las agonías de la verdadera. O, simplemente, porque le gustaba inventar. Con él, nunca se sabía nada excepto que, en el fondo, era inocente. De la fosa común, en la que un león enternecido le besaba la boca, rescataron su cuerpo los amigos. Uno, que esculpía pájaros en el espacio, construyó su lápida. Otro, que contaba en la trinchera el número impar de agujeros en el cuerpo de una mujer, escribió su epitafio: "Querido Rousseau, ¿nos oyes? ... Deja pasar nuestro equipaje (exento de derechos) por las puertas del cielo... ".

8 comentarios:

  1. Me gusta leerla... Suavidad argentina con aire de Pizarnik. Y esa mención a Des Plantes me recordó irremediablemente a Cortázar.

    Sonrisas desde el sur de España.

    Alguien.

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  2. Mariel, me encanta tu manera de entrar en los diversos mundos. Rousseau nunca me ha apasionado. Sus figuras tan planas, su proporciones desfiguradas como para nada... Pero accedo contigo a su mundo y de pronto es como si entrara en la magia de sus códigos. Me impacta terriblemente saber que perdió a diversos hijos. Después de eso, si yo tuviera algo de sangre le ofrecería mi yugular a cualquier león de cualquier selva. Luego descubro con sorpresa (aunque menos, después del dato anterior) que se inventó una vida; y salgo del Pájaro queriendo hacer como él, y vivir en ella... (Me llevo el Pájaro,siempre, a cualquier vida que pueda inventarme).

    Magistral, como siempre... Y sin dejar de enseñar. Besos desde vidas múltiples.

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  3. Hermoso!
    Me gusto la idea del amansamiento de fieras... Me deja a pensar que si uno practica la calma, la ternura o si evitamos el pavor podríamos lograr no ser devorados por este mundo. O hasta podríamos lograr ser estimulados por una felicidad que nos chupa las patas, por qué no.
    Aplausos para los amigos de Rousseau!

    Saludos desde Mundo Aquilante!

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  4. Querido Alguien: Que leyendo a un pajarito de China recuerde a la imprescindible Alejandra y al Cronopio Mayor hace que el pajarito ya se sienta hecho.

    Para mí que Cortázar sigue dando vueltas por el Jardin des Plantes. ¿Quién puede decirnos que sí? ¿Quién puede decirnos que no? Y también es posible que Pizarnik le siga los pasos, intentando sacudirse la melancolía.

    Sonrisas desde este sur, porque estás en ese sur, más al norte, pero estás. (Y ya que estoy te confieso: me gusta que me visites, mucho).

    Susú: A mí me pasa con Rousseau algo parecido. Aprendí a quererlo con los años y a los golpes. Tuve que golpearme para quererlo. Me decían: "hay que contextualizarlo, mirá que fue un revolucionario, un surrealista antes del surrealismo". Y yo, nada. Y después me enteré (hasta donde uno puede enterarse) cómo fue su vida. Y me decían: "hay que olvidarse de la biografía, la vida del pintor no tiene nada que ver con su obra". Y yo, que para mí sí, sí que tiene que ver. Sin poder separar. Y cuando me golpée fuerte me enamoré de la idea de este cuadro. Tan sencillita, tan exacta. Y puesta en una imagen tan simple. Yo también quiero inventarme una vida y que no se sepa cuál es la real y cuál la inventada. Y que en las dos estés vos, así aprendo. De verdad. Porque Susú viene seduciendo al león desde hace rato. Besos bien reales.

    Mi querida Mundo: Sí, es la misma idea que a mí me acercó a este cuadro. Ay, cómo me gusta que seas así. Que subas la apuesta. No solo no ser devorados sino, además, meter las patas en la fuente (¿te suena, te suena?) para que la felicidad nos chupe las patas. Aplausos, sí. Aplauso, medalla y beso. A vos también. Sí señor.

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  5. Como no me va a sonar y usted acaba de subir la apuesta, que la fuente nos bese las patas!

    Saludos desde Aquí!

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  6. Bellísimo Mariel. Haces que vea a este Rousseau con tus ojos, y me gusta a quien veo.
    Me gusta el cuadro, su quietud, y me gusta "Si esta luna inverosímil durara un poco más, el león te besaría la boca. Porque, si despertaras, acariciarías fascinado la cabellera inverosímil del león. Ese gesto es tu escudo."

    Quest'uccello della Cina... grazie Mariel. Solamente dirti questo.

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  7. Mundo, sí, que sea la fuente y no el león. La fuente, de una vez por todas, aunque no lleguemos a verlo, pero que así sea. Besos mojados.

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  8. Portinari, soltanto dirti: mientras dormís, el león te lame los pies. Te lo aseguro. Vos no lo ves, pero yo sí. Baci del leone immaginato e dipinto da Rousseau.

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