Los niños pueden ignorar a otro niño.
Pueden burlarse de él. Pueden golpearlo.
Los niños son ignorados, burlados y golpeados.
Los niños son los brazos armados de sus madres.
Sus cómplices.
Los niños son alistados en el ejército.
Los niños defienden la propiedad privada.
Manipulan para satisfacerse.
Las estadísticas de mortalidad infantil son manipuladas.
La infancia todavía no ha visto un cadáver.
En la infancia no cabe la finitud.
La infancia es un campo de batalla.
Sus obuses y tajos son tu sombra.
Quiero a los niños. Pero no tanto.
Pero los quiero. Sí.
La infancia a veces es el primer peldaño de la crueldad. La crueldad de niños contra otros niños, de padres contra otros niños. de madres que utilizan los niños como artefactos. Efectivamente así es.´
ResponderEliminarYo procuro mantener mi Universo limpio para que mi hijo crezca sano. Pero es dificil .
Un abrazo Mariel
Los niños condensan todo lo bueno y todo lo malo de la naturaleza humana, sin filtro social. Amor ilimitado y crueldad ilimitada. Egoismo y generosidad primitiva. Vulnerabilidad total y total impunidad.
ResponderEliminarEgocentrismo y ausencia de culpa. El estado de inocencia perfecto, entendiendo la inocencia no como un estado de blancura y castidad inmaculada, sino como la ausencia de intervencion social.
No se me ocurre decir mucho mas. Solo que si comparamos, seria como ver en cada niño un psicopata, pero un psicopata tierno.
Yo los quiero, tambien, si, pero no en casa.
Besos adultos.
Sis V.
Lola querida: La infancia como primer peldaño de la crueldad y el niño como "artefacto". ¿Qué mas decir? Que con una madre-ave que escribe poemas, el pingüinito subirá las escaleras sin empujar al prójimo, sino abrazándolo. Y que yo te abrazo, también.
ResponderEliminarSis V.: Los niños no tienen filtro ni freno ni mecanismos inhibitorios. Están en estado de naturaleza, por un rato, es verdad. No conocen la ley de los manuales sino la almodovariana del deseo. Tiernos psicópatas ... sí, con un destino tan dependiente del calibre de sus padres. Tu línea final es de un coraje absoluto. Besos fraternos, en todos los sentidos. Sis M.
Qué bien, esa Mariel políticamente incorrecta abordando las verdades de lo mejor y de lo peor de los pequeños humanos.
ResponderEliminarAñado que los enanos ofrecen cuanto tienen a quien los tiene cerca, pero también usurpan buena parte de cuanto tiene el adulto responsable, vampirizan sus energías y sus tiempos. Démosles lo mejor, sí, pero para hacerles grandes personas, al margen de su tamaño; incluyendo su frustración ante el respeto; apelemos a su empatía y aplaudamos su capacidad de justicia y, en definitiva, hagámoslos con todo ello navegar contracorriente. Aun cuando corramos el riesgo de así debilitarlos y no hacerlos más felices.
Me sumerjo con el Pájaro en mi propia vida. Cuando salgo, la reconozco: condensada, impecable, de profundidad-haiku y de la gran verdad del que sobrevuela, como Pájaro, todas las otras vidas y Conoce.
Besos de la niña que aún soy y del adulto secuestrado y a ratos feliz.
Susú: Reina Rocamadour será una revolucionaria. Integrará la nómina de los excepcionales, porque así es su madre y eso no sólo se transmite en la sangre. Se transmite sobre todo en el gesto nuestro de cada día. Hay que escucharte hablar, en un mundo de madres que le cuelgan a sus hijos armas y escudos para comprarles la felicidad. "Hagámoslos navegar contracorriente, aun cuando corramos el riesgo de así debilitarlos y no hacerlos más felices". Parir y educar así, creer firmemente en esto y actuar en consecuencia (porque yo sé que es así) ... Y además ser niña todavía y reconocerse adulto secuestrado. También sé que con una reina el palacio está completo. Pero ... ¿me adoptás?
ResponderEliminarMagnífico...
ResponderEliminar¿conoces la novelita breve "El gran cuaderno", de Agota Krystoff?
Si por un azar no es así, te la recomiendo con todos mis átomos... los protagonistas son niños abocados al aprendizaje de la crueldad... uno de los libros que más me han impactado en la vida.
Sigo pastando...
abrazos
Se aconseja no alistar a los niños en el ejército. Se aconseja que la única propiedad privada que difiendan sea su cuerpecito y alma.
ResponderEliminarMundo Aquilante lucha por recuperar los valores que tenía cunado niña.
Amo a los niños, no a todos.
Saludos!
Stalker ... ¿dónde está tu sensor? Qué pregunta, ya lo sé. Tengo en mi mesa de luz "Claus y Lucas" y me esperan las primeras páginas de "El gran cuaderno" ... (es una edición que agrupa la trilogía, "El gran cuaderno", "La prueba" y "La tercera mentira"). Tengo el libro desde hace unos meses pero intuí que dolería y lo dejé dormir ... un rato. Tu sensor es infalible. El pasto, agradecido. Besos de tu topa.
ResponderEliminarMundo: Sí, sí. Y se aconseja que sus padres escuchen tus consejos, especialmente, a ver si les salen niños que sean como vos, así. Abrazo fuerte.
Es antológica la crueldad del niño. Es cierto. La ignorancia da tanta fuerza... Y el niño acaba convertido en ignorante porque tratamos de mimetizarlo en adulto, y al hacerlo le pasamos nuestras fobias, nuestros miedos. Y el niño, adulto ignorante, es valiente, no tiene miedo aparente aunque en realidad esté absorviendo el nuestro (pero no lo sabe), y por tanto se atreve a ser cruel, a arrancarle las alas a las moscas y las patas a las hormigas, a llorar para reclamar, a gritar, a insultar, a odiar. Lo mismo que los mayores pero sin esa tendencia a la ocultación.
ResponderEliminarA mi también me gustan los niños, porque intuyo que si son así es, en realidad, por culpa nuestra. En lugar de sumergirlos en su propia sensibilidad, en su inteligencia emocional, en lugar de adentrarlos en su propio bosque de emociones y realidades, les cortamos las alas y ellos acaban por hacer lo mismo con las mariposas. Luego nos quejamos de cómo está el mundo.
El cambio profundo que todos necesitamos habría de venir por gestos íntimos, cercanos. Aprender a educar a un niño, por ejemplo, para que los viejos errores no tiendan a repetirse eternamente.
Ramón: La deformación de los niños y su iniciación en la crueldad depende tanto de los padres, ¿no? Claro que, educados de otra forma, el mundo sería otro. Le arrancan las patas a las hormigas, es verdad. Algunos atan gatos a las vías del tren y se regocijan cuando el tren pasa. También hay niños sensibles y adorables. Como sucede con los adultos. Pero yo no sé por qué hay una tendencia a santificar a los niños y a los ancianos, cuando pueden ser crueles, muy crueles, especialmente porque a los niños les queda todo por ganar y, a los ancianos, nada que perder, y tanto niños como ancianos carecen de frenos inhibitorios. Los niños como adultos en miniatura. Anoche pensaba ... ¿cuántos siglos les llevó a los niños entrar en la pintura como tales? Entraban disfrazados de adultos, pequeños monstruos bonsai pintados por los grandes maestros ... Besos agradecidos por tus ideas, que disparan otras y otras y otras
ResponderEliminarRamon, Mariel: no os perdáis una entrada próxima, que me parece tremendamente interesante para vuestro diálogo (evidentemente, el contenido de la entrada no será mío! no penséis que...).
ResponderEliminarOs he dicho ya que adoro leeros??
Besos lectores agradecidos...
¿Y yo ya te dije que te adoro, no? Montaré guardia hasta que aparezca la entrada. Besos a mi Susú.
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