PÁJARO DE CHINA

lunes, 12 de octubre de 2009

LOS REGALOS

Cada lunes a la mañana uno debiera tener un regalo. Cada martes. Cada día de la semana. Nadie debiera irse a dormir a la noche sin que el día hubiera sido un regalo o sin un regalo recibido, ese día.

Los regalos no necesitan envoltorios de papel plateado, fechas especiales ni inversiones extraordinarias. No salimos a buscarlos. Vienen a nosotros, de la manera más inesperada pero secretamente establecida por la matemática inasible de la existencia.

No llegarán si los puños están cerrados o los ojos abismados en las tentaciones estrepitosas de las tiendas o las posesiones de los otros. No se acercan a quienes acumulan o miden. Las estadísticas les dan fiebre y las ferias de vanidades, dolor de panza. No están hechos de plástico, resinas sintéticas ni metales preciosos. No son intercambiables ni transferibles.

Los regalos no gritan. No se hacen desear. Están fuera de la lógica perversa del mercado y huyen hasta del trueque. Son unilaterales y terminan impregnando nuestra experiencia como la témpera que se derrama en la tela. No están en un lugar específico de nuestra casa. Se esparcen como un virus milagroso por todas las habitaciones de nuestra anatomía.

No los elegimos. Somos elegidos por ellos y algo bueno debemos haber hecho para merecerlos. De todas formas, no está de más darles las gracias, porque hay tantos que hacen cosas buenas y tantas veces andamos distraídos que nuestros regalos bien podrían haber seguido de largo.

Como no cotizan ni entienden de números, no exigen un precio. Tampoco les podría ser adjudicado, porque no hay nomenclatura ni taxonomía donde inscribirlos. Hace bien convencerse de que los regalos no van por autopista y no se paga peaje por disfrutarlos. No pertenecen al reino mentiroso del premio y el castigo.

En tiempos de declaraciones subrayadas, codazos para salir en la foto y estériles retoques digitales, ver y escuchar a Soledad Villamil es un regalo.

Gira en su propia órbita, sin cosmética ni fulgores de alquiler. Soledad es, para mí, una de las definiciones posibles de la belleza. Serena, coherente y fresca como una sábana recién colgada de una cuerda, fuera de la ventana. Cuando busca se va hacia atrás. Y hacia abajo. A rescatar rosas negras e investirlas de su luz natural. Así.



La canción y el poema (Idea Vilariño - Alfredo Zitarrosa)
(Álbum: Morir de amor, 2009)

27 comentarios:

  1. Regalas asueto y zozobra. Así, la palabra, oxímoron del incauto, puente, mano que trama
    y noche que se abre.

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  2. Idea Vilariño es hija de gallego (a quién si no se le ocurriría el nombre). Precioso poema para una maravillosa música, con ese perfecto coro y esa segunda voz que hace el (¿bandoneón?) acordeón.
    Un regalo escucharlo.

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  3. Gracias por este regalo.
    Es cierto no se recibe si el puño está cerrado, y los verdaderos regalos ni siquiera se pueden tocar. Algo como un regalo místico recibí el viernes. Luego de llegar al país y tener que vivir las elecciones de junio con mucho dolor, este viernes... este viermes recibí un viento qeu venía de lejos, de otros tiempos, tocando bombos. Qué gran regalo!

    Saludos desde Mundo Aquilante!
    Tanto tiempo pajaro chino, pero no tengo más internessss por eso navego más despacio

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  4. Mariel tus palabras son siempre un regalo. Este blog es un regalo, y detrás del blog estas tú como un regalo ineludibe escucharte. Sentir de cerca tu voz y tu silencio.
    Mariel a la otra parte del mundo eres un regalo.

    Un abrazo

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  5. Qué texto más chulo.
    Todo un regalo.
    Saludos de su amigo Dillinger.

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  6. Te quiero, bueno, aunque no te conozco, ni tampoco en ese sentido. Debería ser de otra palabra pero esta es la más aproximada que tiene el castellano para ello. Es como el amor a Virginia Woolf o a Bécquer o a Lorca sin ser como ese. Lo que no tiene, eso seguro, son suspiros, es más sereno y también le falta la celebridad de por medio sin que por eso se haga mejor o peor; y ya ves, aunque más entero me ha dado igualmente muchas ganas de contártelo.

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  7. Con el regalito de este sábado a la madrugada me alcanzó hasta el lunes la alegría.
    Tengo un cierto resquemor sobre los actores argentinos dedicados al canto, sobre todo al tango (no sé si es lo que hace esa hermosa mujer).
    Beijos!

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  8. Cuánta razón tienes con lo de los regalos. Los regalos nos asaltan si los merecemos. Porque todo es mirada, Mariel. Si uno sabe mirar sabe agradecer esa mirada. Y entonces llegan los regalos. Pero la mirada no es posar los ojos en un objeto. La mirada implica una actitud. Implica empatía, sensibilidad, saber mirar, saber escuchar, saber agradecer, saber amar generosamente. Una educación sentimental. Respirar con las manos, con los ojos, con la inteligencia.
    Preparado miras alrededor y sientes algo. Algo por un paisaje, por un perro triste, por un árbol, por un cuadro, por una canción. El regalo que tu recibes es un regalo que el mundo recibe de ti.
    (Gracias por esa Soledad arrebatada)

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  9. y este blog es un regalo en cada una de sus entradas y crea una suerte de carambolas y darse así cadera con cadera, como en esas bolitas que la de en medio no se mueve. ok, pues ahora que pienso imaginemos cuatro bolitas de esas plateadas, las dos de los costados haciendo el zángano cloc, cloc, cloc... tú eres las cuatro bolitas, el conjunto entero. y nos hipnotiza venir hasta aquí y nos quedamos viendo las bolitas, jugando, que es como decir otra cosa que nos guste, por ejemplo, estar con vacas en el campo o llorando en un buen cine... stop. me lié. quiero decir, me parece, GRACIAS.

    besos,
    ò.

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  10. ¿quién regalo cómo quién se da cuándo qué se da cómo quién en quién confía al ser suyo un tú que ragala su cómo su dónde su siempre?

    Hermosa entrada, Mariel. Lo hermoso es verdad o no es hermoso, la verdad sin justicia, es terrible. Si lo hermoso no hermana, ¿Quién, qué, para la perdición, para el cómo morir de amor o matar de olvidos?

    Un beset

    Víktor

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  11. Regalos, regalos que uno hace y que son regalos que se hace.
    Idea que gran nombre, cosas de gallegos. Mi padre que era un buen hombre se llamaba Modesto, y así era. Mi abuela generosa idém.Todos gallegos. Y yo, Dolores y... ciertos son. Buenos días. Tus palabras en mis post me abren un mundo.

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  12. Querida Mariel:

    lo decía el agente Cooper en Twin Peaks: cada día de tu vida, procura hacerte un regalo. He procurado seguir ese mandamiento a rajatabla,y todo es mucho más agradable. El regalo, claro, muchas veces es invisible, nadie se dad cuenta de que uno lo está recibiendo. Pero ahí llega, y altera en silencio la misteriosa economía de nuestras emociones.

    El regalo y el robo son quizá las únicas formas dignas de intercambio, porque están, como señalás, fuera de la lógica del mercado. Las dos caras de una misma moneda.

    Abrazones

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  13. Sin duda. En San Juan, pensaba que quería leer tus posts, esos regalos para ningún destinatario particular, y para todos, los que pueden sentir el goce de estos regalos sutiles, claro.
    Me desperté para leer estos regalos, los mejores de la madrugada de todos los días. Abrazo jueeeeeeeeeeeeeeeeertísisisisimo...

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  14. Mi regalo de antes de ayer: una sonrisota de mi novio mirandome en la cama.
    Mi regalo de ayer: mi perrito buscandome en el sillon para acurrucarse conmigo, puso su cabeza al lado de la mia y suspiró suave...
    Mi regalo de hoy: tus palabras.
    Hay cosas que no necesitan mucha ciencia para mi...las caricias que me hicieron todos uds, son los regalos

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  15. Uno de los mejores regalos para nosotros es leer tus maravillosos textos Mariel querida y sin dudas esta madrugada también nos encontramos con un regalazo de esos por los que vale la pena esperar lo que sea...
    No soy fan de Soledad, lo confieso, pero me está gustando más lo que hace ahora y sobre todo lo que intenta, por momentos le pediría algunos riesgos más pero no creo que necesite mis consejos que bastante bien le va sin ellos. Le quedan muy bien los tangos de aires camperos o carreteros y a mí particularmente me gusta mucho su versión de "El Aguacero". Eso sí su belleza es cautivante y es como los buenos vinos que con el tiempo se van poniendo a punto. No?
    Bienvenido De Vierde! ya estás de vuelta?

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  16. Qué magnífica descripción de esos 'hallazgos' que nos marcan, de los fundamentales, de aquellos que cuentan con precisión algo, como quisiéramos haberlo contado nosotros, o bien aquellos que nos sorprenden de tal forma que no podemos evitar ampliar horizontes, ya para siempre; modificados, avanzados, distintos. Ésos son los grandes regalos. Los que llegan a nosotros y nos cambian, como las buenas amistades o los amantes que nos son gratos. La mirada, claro, es fundamental. Pero hay ocasiones en que es más que una disposición: el regalo llega, invade, y nos hace volar con él... el regalo a veces es un pájaro, uno venido de China.

    Gracias. Grandes besos voladores...

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  17. Víktor, tu presencia en esta casa es un lujo, de verdad. Que así sea. Lo hermoso solo es hermoso si es verdadero y justo. Lo demás es mierda perfumada. Deshecho para deshechar y no para construir con él una casa. Quién, cómo, qué, dónde, cuándo, para quién. El territorio del regalo, iluminado por el ojo en estado de urgencia. Muchos, muchos besets.

    María: Sí, el nombre "Idea" es ... enorme y esta mujer supo llenarlo. La segunda voz del bandoneón es preciosa. Es para que la cantes, enterita.

    Mundo: ¡Volviste, ya te vi en el casorio especial! Los regalos verdaderos no pueden tocarse, es verdad. Hay que entrenar la mirada para verlos. Soplan buenos vientos ... que te llevan mis besos.

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  18. Lolette: Para un regalo se necesitan dos. La otra mitad del regalo sos vos.

    Amigo Dillinger: El que es realmente chulo es el Sr. Dillinger. Por eso lo sigue este pájaro. Dispáreme con esas balas que extienden mis alas.

    Ray: Yo también te quiero de esa exacta forma que no puede ponerse en palabras. Serena y en voz baja. Y te admiro. Te leo y me digo: cuando sea grande, quiero ser así. Yo creo que escribiendo, y leyéndonos, nos conocemos.

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  19. Ramón: Es precioso lo que decís. Andar con el ojo entregado al mundo. Porque el regalo hay que descubrirlo, hay que saber mirarlo. Es como lo que una vez dijiste en la casa de Stalker: hace falta un gesto, un estado de ánimo, para que las cosas, que está ahí, se pongan en movimiento ... No me olvido. Me recuerda a Proust cuando dice que hay que reconocer lo que perdimos reencarnado en el estremecimiento de ciertos objetos o ciertos animales. Toda una "educación sentimental" (las listas son inútiles, pero la pondría en la lista de las novelas más densas y hermosas que leí). Petons (de costa a costa).

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  20. Pablo: No podría definir lo que hace esta hermosa mujer ... ¿será por eso que me gusta? Beijinhos.

    Dear Poppins: Besos como regalos que brillan en tu bolso (y no brillo de mentirita).

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  21. oscar, vos sos un regalo aunque no lo sepas (un regalo que toma agua de la canilla como los gatos). tus palabras son recontramucho para mí. son un regalo, sí. entonces me guardo las cuatro bolitas plateadas en el pecho (las dos del costado hacen cloc-cloc), aunque no me las merezca, de verdad. te abrazo.

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  22. Marcela: Sí, hacer un regalo es hacérselo, es verdad. Por eso de que dar es recibir. Los nombres no nos marcan, no los creas. Podemos apropiarnos de nuestro nombre y darlo vuelta, para que nombre lo que nosotros queremos que nombre. Viene vacío. Uno lo llena. Y yo no quiero dolores en tu nombre, que además es hermoso, con esas oooooo donde el mundo se resbala y se cae, hasta lo más hoooooondo, donde está iluminado. El mundo lo abrimos entre las dos (una sola no alcanza, para nada).

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  23. Stalker: No tengo dudas de que cada día te hacés un regalo. Y los hacés, con una intensidad entrañable, en Lost in Marienbad. Regalar y robar (sin navaja, como los auténticos profesionales del delito) son las únicas formas de tráfico de bienes aceptables. Besones, robados y regalados.

    Nanu: Una sonrisa a los ojos, una cabecita que respira "suave" al lado de la tuya ... no, no se necesita ciencia, para nada. No hay muchas vueltas. Hay conexión. Hay contacto. Un abrazo muy fuerte.

    Darío: ¡Ya estás de vuelta! Te extrañaba, sí. Ya quiero leerte, ya. Seguí escribiendo tus regalos, con pasión y furia, ¿sí? Besitos (sí, esos).

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  24. Mujer: Ya te aviso que hoy apenas termina el partido me voy a tu café virtual. Qué regalo, el café de tu casa. ¿No es precioso que termine el partido y vayan aterrizando todos, autoconvocados? Autoconvocados por tu poder de convocatoria, mujer que no se rompe ni se dobla. Sí, a Soledad también le pediría más, porque creo que puede. Es posible que yo sea medio lenta para perdir, de verdad, porque tengo un disco y cuando me gusta lo escucho en repetición hasta que lo gasto, lo vuelvo un bucle que dura noches y noches y noches ... y su belleza natural no está en dudas, si armáramos un ranking seguro estaría en la lista. Un abrazo y que la lluvia bendiga nuevamente la cabeza del Loco.

    Susú querida, los mejores regalos son los que empujan los límites de nuestro mundo. Así sos, esa clase inclasificable de regalo.

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  25. Durante un tiempo, uno de mis muchos cuadernos lo utilicé para escribir en él sobre los regalos, sobre los pequeñosgrandes regalos del día a día. Así que cada noche, antes de esconderme entre las sábanas en compañía de un libro, lo que hacía era eso: escribir en mi cuaderno cuál había sido mi regalo. A veces no sabía y me hartaba de buscar. Pasado más tiempo, me di cuenta de que a veces es mejor dejar que te encuentren, y fue precisamente al descubrirlo cuando más regalos recibí, cuando tuve más sorpresas, bien diminutas por fuera (una palabras, una mirada, los primeros acordes de una canción) y tan enormes, todavía no los olvido, ahí donde todo se me remueve. Mi regalo de hoy me estaba esperando aquí y tampoco lo sabía. Ha sido una maravilla.

    Voy a leerte despacio todo lo que llevo atrasado.

    Un dulce beso.

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  26. El único recuerdo que tengo de mi lectura fallida del Señor de los Anillos fue que en el país de los hobbit la costumbre quería que fuera el cumpleañero quien daba regalos a los demás, de tal modo que todo el mundo recibía muchísimos regalos en el curso de un año. Y los blogs, cuando son como el tuyo, son como una reproducción de dicha usanza, vamos aquí y allá recibiendo regalos que, incluso a veces, los creemos destinados a nosotros de tan contundentes. Hace tiempo no escuchaba músicas del gran Zitarrosa y aquí con el verbo de Vilariño y esta linda voz que no conocía. Un regalo que no esperaba y seguro, tampoco merecía.
    Un abrazo

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