Sigo la curva de tu amor. Su trayectoria.
Alzo mis brazos. Inclino mis rodillas.
Tenso mi cuerpo, observo lo que brilla
en este cielo que se imprime en mi memoria.
Todo se oxida. Piso las astillas
del alfabeto que nombró una historia.
Hubo un país del que queda la escoria
que apuntó al centro de las maravillas.
Arriba está el alivio de tu boca.
Deletrea un color. Dibuja un viaje.
La mano del terror ya no me toca.
Me diste más de lo que yo te traje.
Tu corazón que todo lo trastoca
trocó caer por jugar. Me dio coraje.
Foto: Adriana Lestido.
canto de trabajo a la alegría. a la constancia de esa voluntad. a ese éxito. desgranaste la foto de adriana impecable, y me mondaste en el poema, como lector y amigo.
ResponderEliminarsomos unos suertudos los que aquí venimos.
muchas gracias, mariel.
besos,
ò.
y me robas mi silencio
ResponderEliminarpara seguir amando
y aproximas tus ojos
para regar tus lágrimas
y reniegas de la turbulencia
que nubló tus caprichos
y aún así
con solemnidad no esperada
regresa seco al invierno de tu cuerpo
Un abrazo
Y lo que más me gusta es comprenderte. Incendiaria, dinamitera indecente, provocadora de sentimientos.
ResponderEliminarLoca de atar.
Qué hermosa poesía Mariel. Dudo que te hayan dado mas de lo que trajiste. Traes tanto contigo...
ResponderEliminarMe quedo en el no dolor de la astilla, en lo siguiente, inescrutable, al movimiento de la imagen, en la oculta expresión hilarante que sólo se imagina después de esa liberación, después de este latigazo con el alfabeto.
ResponderEliminarGracias Mariel.
¡Pero si es un soneto! ¡Con lo difícil que es eso! Oh, cette
ResponderEliminar"chose italienne où Shakespeare a passé
(...)
Aux poètes fiers comme les gueux d'Espagne,
aux vierges qu'exalte un rhythme exact, aux yeux
épris d'ordre, aux coeurs qu'un voeu chaste accompagne." (Verlaine)
Sigo adorando los sonetos.
Un abrazo, Mariel
Hermoso poema, Mariel. Muy hermoso. Que "la mano del terror" no te toque nunca más y que tu corazón cambié caer por jugar.
ResponderEliminarSaludos, querida.
Cuando nos dan la mano caminamos más ligeros. Un bello poema. ¿Conoces los cien sonetos de amor de Pablo Neruda? Me emocionan, me traspasan. ¿Pero puedes creerte que lo que más me emociona es la dedicatoria?
ResponderEliminar"...Señora mía muy amada, gran padecimiento tuve al escribirte estos mal llamados sonetos y harto me dolieron y costaron, pero la alegría de ofrecértelos es mayor que una pradera. Al proponérmelo, bien sabía que al costado de cada uno, por afición electiva y elegancia, los poetas de todo tiempo dispusieron rimas que sonaron como platería, cristal o cañonazo. Yo, con mucha humildad, hice estos sonetos de madera, les di el sonido de esta opaca y pura sustancia, y así deben llegar a tus oídos. Tú y yo caminando por bosques y arenales, por lagos perdidos, por cenicientas latitudes, recogimos fragmentos de palo puro, de maderos sometidos al vaivén del agua y la intemperie. De tales suavizadísimos vestigios construí, con hacha, cuchillo, cortaplumas, estas madererías de amor y edifiqué pequeñas casas de catorce tablas para que en ellas vivan tus ojos que adoro y canto. Así establecidas mis razones de amor te entrego esta centuria: sonetos de madera que sólo se levantaron porque tú les diste la vida."
Es tan bello que los poemas se levanten porque alguien les dio la vida... Somos afortunados, por sentir y porque hay gente que nos hace sentir. Sólo que tú, Mariel, nos lo cuentas luego de una forma tan bonita... Gracias.
Óxidos y astillas.
ResponderEliminarRestos de un naufragio.
Entre el oleaje, las algas se renuevan.
Así nosotros,
cargados con lo que recibimos
y lo que entregaremos.
Besitos
Demasiado para mi. Me abrumó. El uso de la rima y la bimembración es impresionante. "Le felicito"
ResponderEliminarPero qué maravilla! ¡Te felicito tambien!(qué fotógrafa estupenda es la Lestido!)
ResponderEliminarEste me gustó mucho. Te felicito!
ResponderEliminarTu poema es hermoso. Me hizo girar, me hizo cerrar los ojos, y me transporto a un lugar parecido al planetario. La foto me ayudo.
ResponderEliminarLa sensacion de ver el amor, como orbitando alrededor de uno, ver su trayectoria, entenderlo, sentirlo.
La boca en el cenit, y la seguridad de la oscuridad, esa oscuridad omnipresente y calida, que todo lo envuelve en un acolchado de sopor.
Un placer.
Te quiero.
Vani
Maravilla. Trocar caer por jugar vale la pena siempre. Este Blog es un placer por lo propuesto por la poeta anfitriona y por las visitas que no se amedrentan y siguen la zaga con encanto y afiladas intervenciones. Sólo resta volver por más.
ResponderEliminarAbrazo
Siga apuntando al centro de las maravillas, Mariel.
ResponderEliminarQué mérito tiene resultar tan próxima, ahondar en el sentimiento, cuando se circunscribe la expresión en métrica y rima.
ResponderEliminar"Arriba está el alivio de tu boca.
Deletrea un color. Dibuja un viaje.
La mano del terror ya no me toca."
Magistral! El alivio de tu boca... cuánto contiene. Me erizan la piel sus colores, sus promesas de viajes infinitos. La protección de su mano frente a otras manos, las que traen consigo el terror...
Me ha encantado esta nueva aventura literaria tuya! (vamos, para mí al menos).
Un abrazo
Me superó señorita. Sólo logré relacionar el poema con el dibujo. Muy bueno.
ResponderEliminarSalute.
Un buen soneto y un placer visitar tu blog.
ResponderEliminarhttp://jesusapariciogonzalez.blogspot.com/
Acba de llegar a este espacio, ya no sé por qué camino. Y me encuentro con tan hermoso soneto, ya casi no se leen, me encantan, y el tuyo me ha hecho pensar, ¡Qué bueno que pasé por aquí!
ResponderEliminarVolveré.
Cariños
Hermoso soneto. me encanta. Volveré aquí con frecuencia. Cariños
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