Nos hicimos ricos
gracias a ciertas transacciones ilegales.
De alguna forma estábamos ahí,
de alguna forma
recogimos las sobras
del piso.
No era nuestro plan,
no lo hubiéramos ejecutado.
Pero las sobras están ahora
en nuestro cuarto
de hotel.
Me calzo las botas y me voy.
La velocidad me lava la cara,
el desierto se come las botas,
el polvo de la ruta golpea
el círculo perfecto del neumático.
Porque nací una sola vez
es mejor que lo deje girar,
enloquecido.
El cactus se refleja
en el cristal plateado de mis lentes.
Un reflejo no te puede herir.
Ya escupí las agujas
de la garganta.
¿Quién sos para decirme
cómo debiera escribir,
qué palabra elegir,
cuándo cerrar la boca?
¿Qué estuviste haciendo
últimamente?
Algún perdido
te quiere acompañar.
Dejás que te acompañe
porque estás
perdido.
Porque nació una sola vez
quiere ver cómo en un carnaval
todo se pone al revés y se suspende
la insoportable tortura del sentido.
Del carnaval al cementerio
hay un paso, mi amor.
Los muertos agradecen
que te tragues la pastilla
de colores
sobre sus tumbas.
Que cuelgues tu jean
sobre la lápida y te vayas,
te vayas, te vayas
a otro cielo.
Antes de que el avión
se estrelle contra la torre.
Antes de que aparezca
lo que viene a golpearte
la cabeza
contra el asfalto.
El sol de tu cerebro
se refleja
en un cactus.
El desierto no se puede
parar.
Foto: Easy Rider (Dennis Hopper), 1969.
no se andan con tonterías tus poemas. por eso no hay diferencia entre tus textos y tus poemas.
ResponderEliminares difícil saltarse al poeta cuando nos ponemos a hacer poesía.
y tú lo consigues siempre bárbara.
y aquí lo celebramos.
muchas gracias, mariel, como siempre te digo.
besos,
òscar.
Tenía yo veinte años cuando ví esa película, que me impactó. Normal para esa édad y esa época, tan lejana. Seguramente ya no me diría lo mismo.
ResponderEliminarTus palabras la acompañan, sí. Y también abren otros abanicos, otros senderos, por donde salir o entrar del desierto donde la vida lucha por flotar. En ese lugar done se abanican tus palabras, florecen los cactus.
Es un poema de trayectoria,de la vida en movie road,de las cenizas en movie road,de gargantas viajeras arañadas por cactus que endiosan.
ResponderEliminarde espejos que nos miran sin preguntar y sin resolver,mientras revólveres insolentes se aproximan a los desiertos baldíos mecidos en el terciopelo de la agonía.
Saludos
sí que estamos perdidos, sí.
ResponderEliminarTiene que ser simple, Pájaro. A veces lo complejo está encerrado allí también, y sabés que no es un juego de palabras.
No hay como la sensación del viento en la cara, keep on riding.
Beso grande.
El desierto no se puede parar... Uff...
ResponderEliminarTampoco a Mariel: no se le puede parar. La dejamos que crezca en nosotros, así sin más, como ella es...
Al leer el poema me ha venido como soundtrack no los Steppenwolf, sino la voz de Mark Lanegan en el tema "Ghost of you and me": http://www.youtube.com/watch?v=aNkZ8O1Kg18
ResponderEliminarA estos Soulsavers los he visto teloneando a Depeche Mode y son también un viaje a ninguna parte, un cactus reflejado en la mirada sudorosa.
besazos
No se por que, o si se, relacione lo escrito con Pappo...
ResponderEliminarcomo si el de alguna forma hubiera podido cantarlo, dandole todo el sentido que tiene!
Del carnaval al cementerio hay un paso, es cierto.
ResponderEliminarOh yeah baby! Thanks again!
ResponderEliminarY suena la moto y todo... en tu poema resuena de fondo. Eso es vivir peligrosamente: que suene la moto, calzarse las botas y que las sobras queden en el cuarto del hotel (de carretera). En el camino nos encontramos todos.
ResponderEliminarWawwwwwwwwwwww...se me viene rock and roll a la cabeza. No sé si Jesus and Mary Chain o Black Rebel Motorcycle Club...mucha adrenalina, papas fritas y más Teem para el camino...
ResponderEliminarEhhhhhhhh, Rubén M. , gracias por el dato...soulsavers es una locura. Besos con sed.
ResponderEliminarLo hermoso de la poesía es que dice mucho en poco. Esto que digo no es ni original ni novedoso, pero es tan cierto. Por eso creo que no sé muy bien escribir poesía, porque a mí me gusta decir lo poco en mucho, desenmascarar, mientras que la poesía lo viste todo de gala, incluso lo gris y mezquino. Todo esto lo venía escribiendo porque hubo dos versos que me parecieron eso, muy generales, hablando tú de algo tan particular. Y me gustó muchísimo, como el resto.
ResponderEliminarNo era nuestro plan,
no lo hubiéramos ejecutado.
Tu poema me ha golpeado en el plexo...
ResponderEliminar(conviví demasiado con José Cuervo)
Un beso
Como me gusta la carretera...
ResponderEliminarLástima que está llena de asesinos seriales y familias asesinas, etc.
"y se suspende/la insoportable tortura del sentido".
ResponderEliminar¿Cómo?
¿Cómo perder el sentido cuando se cruza el desierto y se otea el horizonte?
¿Abriendo los ojos mucho-mucho para que el aire y la tierra nos irrite las pupilas, queme el iris y esclerotice las lacrimales?
¿Cómo se sale de la insopotable tortura del sentido?
¿Convirtiendo el ojo del motero en ojo de profeta y anfetamina?
¿Cómo?
¿Es la poesía, tu poesía, la lucha contra el sentido que nos ulcera el esófago?
Poesía de Pájaro, volando a mil metros de altura (o más).
Saludos de los amores bicéfalosque siempre conducen al fundido en negro.
Del carnaval al cementerio hay un paso...y el desierto no se puede parar.
ResponderEliminarAdrenalina y perplejidad. Este poema es la imagen de la perfección.
Así de simple.
"El cactus se refleja
ResponderEliminaren el cristal plateado de mis lentes.
Un reflejo no te puede herir.
Ya escupí las agujas
de la garganta."
"El desierto no se puede parar"...
Me gusta tu poesía. Un abrazo Mariel
Alucinado y alucinante. Mi reino por una Harley.
ResponderEliminarLike a true nature's child
You were born, born to be wild...
Los perdidos se reúnen para no estar tan perdidos. El desierto no puede detenerse, ni sofocarse con el calor.
ResponderEliminarUn abrazo de hielo.