No pesan. Los aros, el collar, el cigarro.
No me pesan. Las camas imposibles.
Me escapé de la jaula y doblo las apuestas.
Troco el perfil supuestamente desgraciado
por un imán de normas descompuestas.
Piso el bar y me corono reina.
Del canon invertido, del tiempo transcurrido,
de esta cara que no es máscara ni mueca.
Yo me fundé. Elegí entre las variantes disponibles.
Desde las zonas limítrofes podrán o no mirar.
Beso las plumas que incendian mi cabeza.
Un pájaro besando sus plumas. Que imágen!
ResponderEliminarQuiero quedarme con este.
ResponderEliminarNo tengo palabras, me emociono, me acurruco bajo tus alas. Gracias, por la sorpresa, por tu generosidad para poner lo mejor de ti. Aún cuando tienes tanto que te sobra.
ResponderEliminarHago mi valija para volver siempre a éste nido. Abrazos.
Lo que escribes son como presentimientos más fuertes que lo real.Somos seres confundidos y confusos aún cuando tengamos claro ese lugar que nuestro espíritu no suele frecuentar. A veces, sin darme cuenta efectúo actos que otros interpretan al revés. Sin plumas...
ResponderEliminarRendida a tú aleteo.
Querida Mariel, qué buena esa levedad, condición de toda altura, de cualquier vuelo. Saberte volando, escapando de las jaulas -eso es un presente discontinuo, una acción perpetua- es la única norma que aquí vale: incendiar las cabezas, para que desde ahí pueda nacer una promesa de libertad.
ResponderEliminarUn abrazo enorme,
Arturo
"Yo me fundé. Elegí entre las variantes disponibles." Un verso magnífico de autosuficiencia poética, de identidad personal, que por sí solo vale lo que el poema.
ResponderEliminarDe la elección a la ficción. Se hunde el centro?
ResponderEliminarVuela vuela.
ResponderEliminar¡Fuego, fuego!
ResponderEliminarUna entrada incendiaría...
Me encantaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!
Supremo!
ResponderEliminarAmo a Diane Arbus.
¿Para cuándo el libro de pájaro?
Saludos desde Mundo Aquilante!
Soberbio el perfil de la fotografía y del poema
ResponderEliminarEs sensacional, magnífico.
ResponderEliminarMe encanta la fotografía.
Menos mal que te fundaste. Sólo ve a Dios aquel que puede fundarse o fundirse a sí mismo. Fundirse para fundarse, quizá.
ResponderEliminarNo me quedan dudas que te fundiste con las palabras, para fundarte a vos misma. Dios (o vos) hizo eso, se hizo palabra y nombrándolas, fundó estas cosas, que sin embargo son mera apariencia. Besos totales.
Diana cruzó la frontera para cazar postales de otro mundo. Desde las zonas limítrofes sólo podemos mirar o en el mejor de los casos, escribir un oscuro poema como el tuyo.
ResponderEliminarAbrazo.