la leche diáfana de esta noche sin bestias.
Hunde tus dedos en mi pelo rubio.
Busca tus cartas en mi pelo negro.
Porque el sol recogió las cenizas
mi pobre corazón se ha duplicado,
no hay testigo tiránico
de nuestros movimientos,
no sabe cómo entrar en nuestra casa.
Bebe, mi amor, cuando quieras llorar,
la leche diáfana nacida de la boca
de esta noche vendada por mis recuerdos.
Acuesta tus preguntas en mi pelo rubio.
Desliza tus temblores en mi pelo negro.
Porque vendamos la cabeza de la noche
mi doble corazón se ha liberado,
los sabuesos están desorientados,
se partieron las palas de los entierros.
En la tierra se extiende nuestra estatura.
Las gasas curan e interrumpen el ruego
de una tumba en el aire.
No hay varas, víboras ni lápices
que dictaminen nuestra desolación.
Porque no quise morirme para encontrarte,
para besar y trenzar a mi memoria
la guirnalda estrellada de tu pelo.
Exquisito poema. No es necesario morir, esperar al hipotético limbo sin lágrimas para coronarse con un beso. El amor es irrenunciable.
ResponderEliminarUn saludo
Un gran poema.
ResponderEliminarLo he disfrutado enormemente.
Un afectuoso saludo.
Aunque no comente últimamente, te sigo.
ResponderEliminarUn abrazo y dos besos.
Que decirte! Un poema supremo, monumental, precioso. Que decirte! Me encantan los corazones duplicados. Besos furiosos.
ResponderEliminarHermoso, lleno de ritmo y ternura. Un placer inmenso leerte y releerte.
ResponderEliminarUn abrazo,
María
"Acuesta tus preguntas en mi pelo rubio.
ResponderEliminarDesliza tus temblores en mi pelo negro."
Demasiada música, Mariel, demasiada, para tanta sordera.
Extraordinario. Camino, el buen amigo Camino al que sorprendo por aquí sin sorprenderme porque sé que tiene buen gusto, dice que no es necesario morir. Es una forma de verlo. Yo pienso que es necesario morir mucho, reinventarse otras tantas, pero eso sí, seguir siempre hacia adelante. Muy bonito poema, en la línea de los poemas altamente humanos de Mariel, con la dosis justa de desvarío para hallar la llave que abre las puertas de la poesía, con la verdad por delante, y con tantas esperas reunidas en plenitud.
ResponderEliminarTambién yo lo he disfrutado.
ResponderEliminarSos grande, Pajarita.
es una de las cosas más hermosas que he leído nunca. maravilloso. gracias
ResponderEliminarSublime.
ResponderEliminarTus plumas centellean al sol.
Que bueno,...sigue por favor.
ResponderEliminarun beso.
Si me permite me llevo "acuesta tus preguntas en mi pelo rubio" Muy buen poema!
ResponderEliminarSaludos desde Mundo Aquilante!
Qué bueno tener tiempo otra vez para regresar por aquí y llevarme el pecho lleno con este maravillosos poema.
ResponderEliminar"Desliza tus temblores en mi pelo negro", ojalá recuerde estas palabras para repetirlas en una escena futura. Ojalá.
Besos diáfanos
Exquisito.
ResponderEliminarGracias por este poema, particularmente.
ResponderEliminarSaludos...
Bello poema. Deliciosa construcción en espiral con remaches invisibles que ahonda en lo humano sin desdeñar, como lo señala Eastriver, el necesario desvarío.
ResponderEliminarMe lo llevo para mi antología personal.
Un abrazo