Queman las palabras y se rayan con las interferencias de su transistor que envuelve hechos con fechas y fechas con zares. Las palabras de la denuncia violentan la verdad de los hechos desnudos (esos en los que yo no creo pero que, por capricho intangible, me golpean pum pum como tambor o caída de aguja). Los hechos desnudos se pervierten porque la palabra, el decir que se atreve con ellos, los muta en épica y en la narración de la batalla heroica se cubre de grisalla el dolor de la madre y el hambre del huérfano y el rublo que se reclama, y la sangre que es sangre desde la primera gota. La narración inevitable exigida tapona en su heroismo de papel y tinta lo que dice.
(Sabemos de este juego lleno de dobleces y expertos en perversiones nos debatimos entre la tontuna y la nostalgia de lo ingenuo. Pero hay que seguir porque no puede cesar la piedad ni el balizamiento de las pistas canallas)
Intentas el Pájaro la transversalidad en el decir y se coloca en medio como ficción de sí. El Pájaro se exhibe Mariel Manrique en la habitación y teatraliza su insomnio, su estudio, su madrugada como de Walter Benjamin. No se ven los perros y la habitación simula rareza desnuda. Como si alguien forzara la lectura y ella no pudiera decir otra cosa que: "es lo que vi, señor, y perdona la insolencia". Mueve la mano por el pelo que no se despeina. La desazón llega como lo hace la tos, la náusea o el gozo. Y el hecho de octubre pasa al fondo, la épica se resquebraja y en la inquietud que genera se muestra el rublo. Sólo un rublo, señor.
Aprendiendo de tu metodología, recordando a los decrépitos padres de octubre.
Me recuerda a la masacre bananera de "cien años de soledad". El avispero de ametralladoras haciendo limpieza en la estación del tren. A veces ficción y realidad pueden ser tan crueles. Salu2
"Eran huerfanos. Esos fueron los sucesos, esa fue la conclusion". Aun un caso mas en donde el dolor y el caso limite eliminan toda incertidumbre. La Argentina que mata a sus hijos, y los torna heroes involuntarios. Pena y asco. Y esperanza, siempre, para no claudicar.
Pocas palabras bastan para suturar la herida. Y aun así, se nos resisten.
Pocas palabras bastan para decir el agradecimiento.
Eu adorei.
Adoré el texto, la radio que satura e impide llegar (Blixa Bargeld hizo algo parecido en un concierto de Einstürzende), la voz que se alza sobre el magma de sonido... pero también esa ventana increíble al fondo, que recorta la figura del pájaro de China. Y el propio pájaro, claro, que ya forma parte de un mithos a-logos: entraña y escucha, presencia: voz que acoge
Hay un montón de cosas inaudibles, un montón de crímenes ahogados en la cacofonía baladí y perversa de los medias. Donde quieras que pongas la mirada los hay, los hubo, los sigue habiendo, como si nada. El bulldozer no se detiene. Las palabras de ayer, las quejas de ayer, los reclamos de ayer, las banderas de ayer, todo sigue vigente. Que se siga propagando : el león es un sanguinario en toda generación.
es hermoso verte ahí. con el trastornador que no te trastorna. emitiendo no juicios no. diciendo "vamos a volar" y no es que a mí me lo parezca es que es así.
es hermoso creer en alguien. y yo, que no es un yo sino el mundo que no es el mundo sino lo bueno que tiene como quienes sanan heridas o, mejor aun, desvían la trayectoria del disparo, para que sea un tiro errado, un dios-bala-sin-acierto-en-la-diana... nosotros, digo, creemos en ti.
porque eres esa desviación, lo que desvía para acertar.
y eso, insisto, es hermoso como el vídeo.
qué sencillo, un vídeo bueno donde asomarse a fumar oxígeno, confianza, admiración...
¿Quién dice que la poesía no es un arma cargada de futuro? ¡Vaya cañonazos!!.
ResponderEliminarUn auténtico lujo poder pasar por aquí.
Queman las palabras y se rayan con las interferencias de su transistor que envuelve hechos con fechas y fechas con zares. Las palabras de la denuncia violentan la verdad de los hechos desnudos (esos en los que yo no creo pero que, por capricho intangible, me golpean pum pum como tambor o caída de aguja). Los hechos desnudos se pervierten porque la palabra, el decir que se atreve con ellos, los muta en épica y en la narración de la batalla heroica se cubre de grisalla el dolor de la madre y el hambre del huérfano y el rublo que se reclama, y la sangre que es sangre desde la primera gota. La narración inevitable exigida tapona en su heroismo de papel y tinta lo que dice.
ResponderEliminar(Sabemos de este juego lleno de dobleces y expertos en perversiones nos debatimos entre la tontuna y la nostalgia de lo ingenuo. Pero hay que seguir porque no puede cesar la piedad ni el balizamiento de las pistas canallas)
Intentas el Pájaro la transversalidad en el decir y se coloca en medio como ficción de sí. El Pájaro se exhibe Mariel Manrique en la habitación y teatraliza su insomnio, su estudio, su madrugada como de Walter Benjamin. No se ven los perros y la habitación simula rareza desnuda. Como si alguien forzara la lectura y ella no pudiera decir otra cosa que: "es lo que vi, señor, y perdona la insolencia". Mueve la mano por el pelo que no se despeina. La desazón llega como lo hace la tos, la náusea o el gozo. Y el hecho de octubre pasa al fondo, la épica se resquebraja y en la inquietud que genera se muestra el rublo. Sólo un rublo, señor.
Aprendiendo de tu metodología, recordando a los decrépitos padres de octubre.
¡Salud!
Me recuerda a la masacre bananera de "cien años de soledad". El avispero de ametralladoras haciendo limpieza en la estación del tren. A veces ficción y realidad pueden ser tan crueles. Salu2
ResponderEliminar"Eran huerfanos. Esos fueron los sucesos, esa fue la conclusion".
ResponderEliminarAun un caso mas en donde el dolor y el caso limite eliminan toda incertidumbre.
La Argentina que mata a sus hijos, y los torna heroes involuntarios. Pena y asco. Y esperanza, siempre, para no claudicar.
Pocas palabras bastan para suturar la herida. Y aun así, se nos resisten.
ResponderEliminarPocas palabras bastan para decir el agradecimiento.
Eu adorei.
Adoré el texto, la radio que satura e impide llegar (Blixa Bargeld hizo algo parecido en un concierto de Einstürzende), la voz que se alza sobre el magma de sonido... pero también esa ventana increíble al fondo, que recorta la figura del pájaro de China. Y el propio pájaro, claro, que ya forma parte de un mithos a-logos: entraña y escucha, presencia: voz que acoge
abrazos
Aunque pretendan ahogar nuestras palabras, tus palabras, seguiremos gritando.
ResponderEliminarUn abrazo
Te veo y te bebo a diario
ResponderEliminarHay un montón de cosas inaudibles, un montón de crímenes ahogados en la cacofonía baladí y perversa de los medias. Donde quieras que pongas la mirada los hay, los hubo, los sigue habiendo, como si nada. El bulldozer no se detiene. Las palabras de ayer, las quejas de ayer, los reclamos de ayer, las banderas de ayer, todo sigue vigente.
ResponderEliminarQue se siga propagando : el león es un sanguinario en toda generación.
es hermoso verte ahí. con el trastornador que no te trastorna. emitiendo no juicios no. diciendo "vamos a volar" y no es que a mí me lo parezca
ResponderEliminares que es así.
es hermoso creer en alguien. y yo, que no es un yo sino el mundo que no es el mundo sino lo bueno que tiene como quienes sanan heridas o, mejor aun, desvían la trayectoria del disparo, para que sea un tiro errado, un dios-bala-sin-acierto-en-la-diana... nosotros, digo, creemos en ti.
porque eres esa desviación, lo que desvía para acertar.
y eso, insisto, es hermoso como el vídeo.
qué sencillo, un vídeo bueno donde asomarse a fumar oxígeno, confianza, admiración...
así,
besos,
ò.