PÁJARO DE CHINA

viernes, 15 de abril de 2011

LEO A ANTONIO RODRÍGUEZ ESTEBAN





Antonio Francisco Rodríguez Esteban escribió un libro de poemas. "El despojador". Es, sencillamente, uno de los libros de poemas más hermosos que he leído. No es un libro: es un gesto, un tacto, una voluntad. No se lee: se excava, se atesora, se adentra en las zonas sensibles y deshiela las zonas polares. Es una cuna y una declaración de guerra.

Recuerdo que alguna vez Antonio dijo, hace un tiempo: "cuando el pánico estalla en el otro, intento hacerme esponja y absorberlo ... de pequeño quería tener el poder de curar el miedo de los demás; luego, transmutar ese veneno, hacerlo vida y plantarlo ahí donde el grito es alimaña, en la arista o el filo del pánico, para contrarrestarlo". Antonio talló su deseo y no es estrictamente su deseo, es su don. Me consta que sus palabras tienen el don de curar. 

Si la gente comiera esta poesía, si esta poesía circulara como savia por el mundo, nuestro tajo congénito y sus hijos, los tajos posteriores, mitigarían su extensión hasta hacerse hueco, hueco donde respirar sin que el dolor ahogue. Cuando leo la poesía de Antonio, el alfabeto de los mercaderes se desvanece; cuando Antonio escribe, escribe con todo el cuerpo y yo me sumerjo en su escritura para emerger, mejorada.

Antonio Francisco Rodríguez Esteban vive en un casa llamada Lost in Marienbad y elige, porque en definitiva se trata de elegir, adentrarse en el bosque, hundiendo el rostro en la hierba y bautizándose Stalker.





Dentro

El día de Ceniza le dan pan de escombros.

Apenas tiene dientes para rezar, pero quiere adelgazar su razón hasta infiltrarla
en la piedra.

Su mente es agua y delgadez y trazo. Ya no ayuna.

En criatura talla su tosquedad. La opacidad no basta.

Con lo roto, toca. (Lo que mengua es de música)

Hay que enmudecer eso que vibra entre.

La lentitud es la lengua de las cosas. No dice velo.

En desentraña algo quiere iluminarse. Borde. Capitel. Excrecencia.

Pero no. Esa raíz no puede decirla nadie.

Ahora libera latido

urge piedra fluye

                             entra

Dos alas quedan
húmedas en la tierra.



                                                                 Antonio Francisco Rodríguez Esteban






17 comentarios:

  1. que la lentitud es la lengua de las cosas
    y
    que en la velocidad no hay montaña rusa ni noria

    eso

    no termino de creerlo. pero lo sé

    Parece, pues, que la lengua de las cosas es tartamuda y deja un inmenso espacio entre sus signos. Para llenarlos de la lentitud del caminar de tu perro o de las dos alas húmedas en la tierra.

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  2. Álmate, álmate, álmate...me encanta.
    Besos, Pájaro.

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  3. la palabra que surge de la fragua…

    en el durante, ha desprendido esquirlas de carne, de sufrimiento.

    escarba la tierra, y encuentra las lágrimas de los campesinos que se tiraban sobre ella para llorar…por eso su mano de zahorí, encuentra tanta agua santificada.

    nos cura porque en sus manos sostiene un cuenco donde no cabe el alfabeto de los mercaderes.

    nos adentramos en el bosque, es “ese” bosque, desnudas, porque sabemos que nuestra fragilidad y nuestra desesperación, encontrarán el bálsamo…

    Antonio Francisco Rodríguez Esteban, Stalker guiándonos hacia la zona…

    Y el video más emocionante y conmovedor…y mis lágrimas de felicidad cayendo sobre la hierba.

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  4. Madre deus. Sin palabras Mariel. Y sin palabras Antonio. Amor para los dos y cariño infinito. Seguiremos resistiendo.

    abrazo

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  5. Hace ya un tiempo, le dije a ese pastor de hormigas que era poeta y él respondió con incredulidad, un poco como no queriendo asumir ese peso, esa solemnidad tan alejada de la levedad y la pequeñez que gusta cultivar.
    No me equivoqué y qué buen poeta! Hermoso corroborarlo aquí en tu casita, Mariel.
    Ahora sólo me queda exigirle la lectura de ese libro ya mismo si puede ser.Qué buen poema, de verdad.

    Cariños, querida Mariel.

    Laura.

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  6. La emociones y el dolor, cosas muy simples, de puro evidentes.
    Escribir es un trabajo, transmitir un don, el arte es consistencia y sufrimiento. Se escribe para cerrar heridas, o nada. Y además, hay que entrenar.
    besos

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  7. querida mariel,
    he emocionaste y lo celebro tanto, como siempre. antonio rodríguez, mi querido hermano búafalo, se va a cagar...

    besazos,
    ò.

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  8. Yo te almo!!! qué hermoso Pájaro!!! qué hermosa sos!!! y esos dos que andaban por ahí soportando que les tires papeles!!! =)

    Tomaré el consejo: me almaré, más mucho más

    (hermosa música)

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  9. Impecables. Vos, Panchi y el Ojo Cámara Von Trier.
    El "hacerse esponja" de Antonio, es coherente con su poesía, que sangra. Un abrazo, furioso.

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  10. Uyyy... ahora acabo de ver el video que no pude abrir esta mañana en el trabajo: emocionante verte, escucharte, poniéndole alma y voz a los poemas. Y ese peludo rondándote.

    Qué regalo hermoso, de verdad.

    Abrazo es muy poco.

    Laura.

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  11. La verdad es que ha sido un descubrimiento. Poesía sin artificios, como si masticara tierra.
    Visionado y lectura que han sido todo un lujo.
    Abrazos.

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  12. Nos pronuncias a todos y todos te amamos. Pájaro nombrarte es imposible. Besos y besos que te llegarán con toda tu fuerza.

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  13. Llegaron tus almas,las recogí y las puse a buen cubierto. Guardadas en una caja fuerte, para exhibirlas en momentos duros a modo de talismanes.
    Todos ellos regocijos.
    Besos.

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  14. Un sueño,... manos que acaricien fisuras en el alma, manos que sepan modelar almas en huecos vacíos, huecos de donde quizás huyeron las anteriores, manos que sanan, manos que curan, manos que entregan... manos que hablen sin palabras...
    Mis respetos... al texto y al regalo de la voz.

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  15. El ave zancuda viene a abrazarte con las palabras de Antonio más aún. Yo siempre dije que Antonio era un poeta y él siempre me contradecía. No lopuede negar ES UN POETA CON su palabra, con su cercanía con su manera de pasar por las cosas y las personas.
    Mi cuerpo de ave zancuda te acaricia despacio sin hacer ruido. UN ABRAZO GRANDE MI QUERDIA MARIEL. UN ABRAZO SILENCIOSO Y CÁLIDO.

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  16. adelgazar su razón hasta infiltrarla en la piedra...
    qué hago aquí perplejo atado a una mente...
    me encanta este viaje a la interioridad en tu voz y saber que ha sido Stalker quien lo ha escrito, una alegría inmensa.
    un abrazo grande.

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  17. Palabra sanadora. Palabra "menciñeira". Ungüento para el alma. Savia para el cuerpo marchito. Tu voz, Pájaro, como una luz penetrando por una ventana y absorviendo toda la oscuridad del cuarto. Frecuento desde hace demasiado poco a Stalker y por supuesto lo deconozco, pero hoy lo he sentido a través de tí como nunca antes. Y me hace pensar que a veces la palabra es el verdadero milagro.
    Abrazos para ambos

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