PÁJARO DE CHINA

lunes, 6 de mayo de 2013

CABEZA DE ELIZABETH ROSE



Untitled, 1957, Franz Kline



Elizabeth Rose no lo puede creer,
hunde la cabeza entre las manos.
Ha sido un lunes negro para Elizabeth Rose.
No sale de su asombro,
de su perplejidad ni de su burbuja.
Vaciará la caja de ansiolíticos
porque el mundo se le fue de control.
La acción de Lehman Brothers
se desplomó sin red en la rueda bursátil.
Vale menos que una gorra de béisbol con su logo.
No te engañes, Elizabeth Rose, no te sorprendas.
Mirando trastornada una pizarra,
con el sistema nervioso desbocado,
enredado en el hilo de una cotización.
El pulso acelerado, las pupilas clavadas
en el comportamiento impasible de los números.
La confianza del especulador es un activo
volátil.
Un imprevisto soplo y el castillo (de naipes)
tambalea, tiembla y se desbarata y no para de temblar
hasta caer.
Como cae Lehman Brothers.
Elizabeth Rose, ya no te quieren.
Nada era sólido en tu sólido recinto.
Caída. Colapso. Crack.
Y tu cabeza entra en terapia intensiva.
¿Y si hubieras salido a tomar aire,
a contemplar trepada,
al tobogán más alto de este parque,
el paisaje completo desde arriba?


                                                                                   (incluido en Rehenes, inédito)


5 comentarios:

  1. Mariel, eres grande. y desde mi punto de vista, lo mejor es que tienes interés por todo. No te quedas en la rama viendo como el pájaro mira el paisaje.
    Tus poemas mueven y conmueven, y lo moderno siempre deja paso a los contemporáneo.
    Un abrazo inmenso. ¿Y ese númerito que me debes enviar? Yo soy muy seria, no me tomo los escritos en vano.

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  2. Retrato de la caída irrecuperable. Un encanto, siempre.

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  3. Y ese sentimiento de "deber haber hecho algo a tiempo", o de "deber haber previsto lo impreviscible", o que en realidad uno es el culpable.
    Recuerdo la cara de mi papa en enero de 2002, la cara de "es mi culpa", por haber perdido todos los ahorros en las mandivulas de la devaluacion.
    Recuerdo a mi mama llorando, intentando consolarse con "pero estamos juntos y con salud".
    La culpa de "no haber sabido hacer lo que uno no podia saber como hacer".
    Y el correr como ratas buscando la proteccion que no existe, o la reparacion que nadie da.
    Testigos del robo y enfermos de impotencia.
    Rehenes del hombre.

    Te quiero y te extraño tanto tanto.
    Sis V.

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  4. El castillo de naipes se derrumba
    mientras la riada de mentiras
    se atropella arrasando los escaparates.
    Elizabeth Rose ya no puede pagar al siquiatra
    y nunca ha pensado que la verdad pueda curarla.
    Un saldo

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