Para Stalker y Sorel
Como él, que escribió esta carta ardiente y desesperada, queríamos escaparnos. París no estaba lejos y la teníamos a Barbara, que nos enseñó el francés. Yo pronunciaba a solas una y otra vez en mi habitación, con los ojos cerrados: épanouie, ravie, ruisselante ... escuchando a Barbara, que me iniciaba también en la vocación por la ropa negra, el pelo corto y el estoico lápiz kohl que custodia los ojos en una cara lavada. Cuando llegamos a París, quisimos más. Es la lógica invariable del viajero. Él, el que escribió la carta, terminó fugándose a Abisinia a traficar armas. Nosotros, de la mano de Barbara, nos perdimos sin darnos cuenta en una ciudad imaginaria e inagotable llamada Marienbad, más real que una estricta y ordenada ciudad también llamada Marienbad fácilmente ubicable en los mapas tangibles. En nuestra Marienbad estamos y de ella no podemos ni queremos salir.
¡Emocionante! ¿Cómo darte las gracias ante algo así?
ResponderEliminarQué bello montaje te ha quedado...
agradecido, vuelvo a verlo y a leer tu texto
abrazos
Tengo que confesar un grave problema que espero subsanar: aún no he visto "El año pasado en Marienbad", y eso que Hiroshima Mon Amour es una de mis películas favoritas.
ResponderEliminarUn bonito homenaje!
besos
Stalker: Estar en contacto y vivir juntos en Marienbad es lo único que espero. En Marienbad siempre estaremos a salvo. Besos muchos.
ResponderEliminarRubén: Ay, vos que sos el culpable de haberme introducido en esta maravillosa tribu ... ahora me dan ganas de montarte imágenes y palabras que te correspondan. Bella tarde en Buenos Aires para hacerlo ... Sonoros besos.
Excelente vídeo y audio, Mariel.
ResponderEliminarSeguiremos viéndonos "là-bas, à Marienbad".
Gracias por evocar a Keats, al que hacía tiempo que no leía.
saludos desde el sur también.
No te preocupes por eso, Mariel, bastante contento estoy de que te haya gustado tanto nuestra pequeña tribu. Qué bonita debe de ser Buenos Aires, ainss...
ResponderEliminarbesos
Rubén ¿y por qué no venís? Te quedás en casa. Sí, es muy bonita, ainss ... Es rara, inabarcable, latinoamericana y europea al mismo tiempo. La tribu es una brisa de aire fresco. Besos de tarde invernal.
ResponderEliminarPues si algún día me puedo escapar, quizá te tome la palabra. Aquí es una noche de primavera casi veraniega, qué raro esto de los horarios!
ResponderEliminarRubén, la palabra me la tomás desde ya. Mientras tanto hagamos proyecciones mentales y nos trasladamos con la imaginación, que no tiene aduanas ni exige pasaporte.
ResponderEliminarYo me apunto a ir a Buenos Aires, donde tengo muchos y muy queridos amigos...
ResponderEliminarPrimero tengo que superar el único medio en serio que tengo: confieso que me aterra volar...
¿Y en barco tardaré mucho?
Buenos Aires siempre habitó mis sueños, con el tango, Borges. Y qué extraordinaria tierra de poetas, Argentina...
Stalker, hay lugar para los dos. Antes de subir al avión te tomás unos buenos vinos y te empastillás un poco. Santo remedio. Dormís sobre el mar y cuando llegás vamos al Café Tortoni, con Girondo, González Tuñón y Pizarnik bajo el brazo.
ResponderEliminarStalker, yo te confieso que sólo he volado una vez, y me gustó la experiencia aunque es muy extraña, y aterradora si la piensas, y -no es por asustarte- en el viaje de vuelta, a medida que íbamos aterrizando, se me taponaron los óidos y empecé a sentir como si mi cabeza fuera a estallar, como en esa espantosa escena de "Desafío total". Pero aún así repetiría, y si vosotros lleváis a Borges, Gardel y Pizarnik, yo me llevo a mi viejito favorito, Sábato.
ResponderEliminarabrazos
A los vinos y las pastillas, sumamos tapones para oídos y listo. Vale la pena repetir, no hay duda.
ResponderEliminarJajaja, con el vuelo hemos topado!
ResponderEliminarPorque no vamos todos asi (un partidito para destensar, como la buena de Gladys Roy);
http://images106.fotki.com/v506/photos/3/304699/1727178/0000653-vi.jpg?1163553426
Vino y Stalker no creo que sea buena convinación, no Stalker? Igual un chocolate le tira más al muy pillo!:)
Venga! BuenosAires Tour... 2010, jajaja.
Sería genial. Y el que recoge y alcanza las pelotas oficiando de ball-boy va paradito y sin despeinarse en la cola del avión.
ResponderEliminarEl caso es que volaba antes, pero tuve un mal viaje y desde entonces no me he vuelto a atrever...
ResponderEliminarPero sí, las recetas que ofrecéis me parecen buenas...
abrazos