PÁJARO DE CHINA

martes, 4 de agosto de 2009

ÉL, EL DE ENTONCES, SIGUE SIENDO EL MISMO


El último sábado a la noche, muchos, no sé cuántos, nos emocionamos frente a la pantalla del televisor. No es una sensación que la televisión nos provoque habitualmente. Habitualmente es el asco. Esta vez fue agradecimiento. El de ver a un sujeto sensible y reflexivo que, antes y después de la catástrofe privada, sigue siendo el mismo. El mismo. Nietzche, con todos mis respetos, se equivocaba. También Neruda. No es cierto que lo que no te mata te hace más fuerte y que nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Uno es el mismo antes y después del dolor y aunque el tiempo pase. Jorge Rivas era socialista, ateo y garantista. Sigue siéndolo. Su absoluta coherencia consigo mismo es un ejemplo rotundo de que la gente no cambia. A lo sumo se morigera, o se agrava. En el modesto catecismo paralelo que voy construyendo en este Pájaro de China elegí hace tiempo a Jorge Rivas como la encarnación del primer mandamiento: no te rendirás.

Mme. Demot rescató en su certera casa virtual (http://chezdemot.blogspot.com) la entrevista a Jorge Rivas emitida este sábado y la cerró con una imagen entrañable. Nada puedo agregar a sus palabras. Ella dijo, sobre el amor, lo que yo hubiera querido decir y es un bálsamo sumergirse en esa entrada. Que todo el que pase por aquí pase por ella.

Solo quisiera decir, como animal político que todos somos, por acción u omisión, que es increíble que un hombre que no puede hablar diga lo que algunos (otra vez, no sé cuántos) quisiéramos y debiéramos decir en un país donde se invoca a Dios en forma permanente, sucia y gratuita, donde se exige mano dura frente a la inseguridad y reducción de la edad de imputabilidad con total temeridad e indiferencia, donde nadie habla de las auténticas causas de la inseguridad y donde la brutalmente desigual distribución de la riqueza (que es la madre de todas las desventuras y ha parido generaciones para las que la vida no vale nada) es un asunto deliberadamente silenciado.

Mientras los diarios debaten la mierda pronunciada y revuelta desde la Sociedad Rural (que, por supuesto, también sigue siendo la misma) y en las calles deambulan prójimos a los que se les ha arrancado los sueños y el sentido, se escucha la voz de un hombre que no habla. Un "sistema" no es una entelequia abstracta. Un "sistema" tiene nombres y apellidos. No existe "el sistema".

Nunca sabremos por qué Ramón Sampedro eligió morir y Stephen Hawking elige seguir viviendo. Ambas decisiones son igualmente respetables y ninguna es éticamente superior a la otra. Dos de los seres que más amé en este mundo eligieron estos caminos opuestos y continúo amándolos y admirándolos con idéntica intensidad.

Bajar los brazos cuesta vida. No bajarlos, también.

9 minutos es, para todos, mucho tiempo. Pero la mayoría de nuestro tiempo es convertido por "el sistema" en tiempo perdido, muerto e inútil, excepto para lamentarse por su pérdida. Estos 9 minutos son tiempo de experiencia y reconciliación vital, también para aquellos que creen en Dios.

Tuvo que venir Susú con su lúcido revólver que no falla a decir lo que yo no supe: que no solo se trata de vivir o morir sino de cómo seguir viviendo. ¿De qué manera? Para despertarse y ver ¿qué?, al día siguiente. Susú dice y no falla: "La posición de Hawking es más 'sencilla': una mente suficientemente privilegiada para tener una cohorte de becarios deseosos de entenderle. De leerle. De escribirle. Por contra, a Sampedro me lo imagino sometido al perpetuo 'por favor'. No era un rico físico yanqui, cuyo sueldo y sus derechos de autor le permiten tener profesionales de la enfermería durante las 24 hs. Aun así, me parece una situación complicadísima y la suya, una actitud encomiable. Pero Sampedro era un sencillo gallego rural que dependía, creo que por completo, de la compasión ajena. Así que, por decirlo suavemente, se le condenaba a vivir sin quejas, sin enfados y sin ninguna ampliación de miras. Se le condenaba hasta a morir con esa actitud. Pidiendo un 'por favor, ayúdame' ".

8 comentarios:

  1. Podria decir que este hombre es una leccion viviente. Podria tambien decir que ante su caso, todo por lo que uno se queja o se lamenta pierde bastante sentido. En fin, podria decir un monton de cosas comunes y ya dichas miles de veces.
    Pero me quede enganchada en dos cosas, una cosa que el dijo y otra cosa que el me despierta.
    Lo que el dijo que quedo titilando en mi cabeza fue que el no quiere ser un ejemplo de nada. Que pensamiento tan lucido. El, que para muchos pareceria preso en su cuerpo, es mas libre que la mayoria de nosotros. El se niega al deber de ser ejemplo de nada. El solo quiere ser el mismo. El es libre, en un cuerpo aparentemente dormido, pero libre, librisimo.
    Lo segundo, lo que intuyo en el, es esta sensacion de ser completo. Hay tantos que caminan por el mundo, tantos que se mueven y hablan y piensan y planean y si, hacen cosas, muchas, y sin embargo estan lejos de ser un SER completo. Me atrevo a decir que el lo es, el es un SER COMPLETO, a pesar de sus carencias fisicas. Un ser que se sabe SER, y se ejerce plenamente a si mismo, en todos sus rincones humanos, conforme a sus convicciones.
    Maravilloso.
    Besos norpolares de dia nublado.
    Sis V.

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  2. Sis V., sí, es notable que se resista a funcionar como "ejemplo". Sería quedarse atrapado en un rótulo, paralizado en serio y coartado en esa libertad que mencionás. Ser etiquetado, definido, congelado en una categoría. Me quedé pensando en tu verbo, "ejercerse". Porque uno "ejerce" actividades, roles o funciones, pero raramente se piensa en el autoejercicio, que en el caso de Rivas se canaliza en su intervención concreta en la realidad. Alguien esperaría afirmaciones heroicas, pero él está trabajando hoy contra los contratos-basura. Contra parte de la basura que nos tapa.

    Por acá (a ver que salgo al balcón) el cielo todavía no sabe qué adjetivo ponerse.

    Besos desde el sur (ejercé tu deseo de venir a sentirlo).

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  3. Tocas un tema que, por cuestiones de proximidad biográfica, se me paraliza en la garganta. No puedo comentar con ninguna objetividad; aunque tampoco creo que pretendas eso. Quiero sólo decir que esa valentía, las de unos y las de otros, alcanza un grado estremecedor. Vivir con ese lastre. O no hacerlo.

    Sí creo que la posición de Hawking es más "sencilla": una mente suficientemente privilegiada como para tener una cohorte de becarios deseosos de entenderlo. De leerle. De escribirle. Por contra, a Sampedro me lo imagino sometido al perpetuo "por favor". No era un rico físico yanqui, cuyo sueldo y sus derechos de autor le permiten tener profesionales de la enfermería durante las 24h. Aun así, me parece una situación complicadísima, y la suya, una actitud encomiable. Pero Sampedro era un sencillo gallego rural que dependía, creo que por completo, de la compasión ajena. Así que, por decirlo suavemente, se le condenaba a vivir sin quejas, sin enfados y sin ninguna amplicación de miras. Se le condenaba hasta a morir con esa actitud. Pidiendo un "por favor, ayúdame".

    El mundo no está pensado para tener ninguna carencia (ni física ni psiquiátrica), pero si no eres rico y tampoco tienes un gran prestigio, aún menos.

    Entrada con gatillo, hiriente como un dedo --no, una espada-- en la llaga. La empatía me aplasta el raciocinio...

    Besos "tocados"...

    P.D. Blogger me pide "INGRAT"

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  4. Por más que no quiera o no lo crea es un verdadero ejemplo, sobre todo para sus hijos. Gracias por subir la entrevista. vale la pena cada segundo, es cierto.
    Muy lindo Blog. Brindemos por la vida!

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  5. Un abrazo, amiga.
    Bien decís: quien fue bueno, es y será bueno, que no nos metan basura en la cabeza. El mundo está lleno de gente maravillosa, sólo que se empecinan en no mostrarla.

    Beso grande.

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  6. Susú: Menudo detalle se me había olvidado. Ya te subo a la "entrada", porque completaste la idea de un modo que yo no vi. Porque no se trata solo de querer vivir o morir sino ¿cómo? Tan simple e inmenso como eso. ¿De qué manera? ¿Para ver qué, al día siguiente? Esas fueron las preguntas que se hicieron las dos personas que amé y eligieron los caminos opuestos. Tu gatillo es el que no falla. También me pregunto cómo le pifié resueltamente al apellido de Ramón Sampedro y lo convertí deliberadamente en santo en italiano. Estuve a punto de no corregirlo pero lo hice porque el nombre es el nombre. Besos conmovidos al sentir que Susú viene con sus pinceles y cierra el cuadro.

    Karina: La vida te da sorpresas, decía alguien, y no deja de dártelas en el momento más inesperado. Primero creí que tu "Olé" era "Ole" y pensé que estabas en España. Entré en tu casa virtual y no me sorprendió solo que siendo mujer tuvieras el suplemento deportivo "Olé" bajo el brazo, sino que lo desplegaras y lo leyeras de esa forma, haciendo sencillamente sociología del deporte y destilando la ideología que conmueve a este pajarito de China. Una pregunta me asedia: ¿sos quemera? ¿es posible que haya encontrado una quemera que tuvo las pelotas (nunca más apropiado el sustantivo) de abrirse un blog para plantarse en la cancha con su rotundo esférico? Te presiento quemera, mujer mía ... desde esta casa donde una de sus ventanas deja entrar las "noticias de la quema", que no es solo el Ducó sino una zona, un modo de estar en este mundo. Brindo con vos por la vida y por las incesantes sorpresas que nos da cada día.

    Mme. Demot: Que no nos metan basura en la cabeza y busquemos en la basura para encontrar el diamante. Feliz de haberte encontrado. Un abrazo fuerte.

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  7. "Bajar los brazos cuesta vida. No bajarlos, también".

    Gran verdad.

    Un post muy bueno, y también el de Mme Demot, bien sûr.

    Saludos,

    M.

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  8. Pucelle, topa, bienvenida. Qué maravilla que las ramas del árbol nos vayan uniendo de esta forma. Besos muchos.

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