PÁJARO DE CHINA

lunes, 31 de agosto de 2009

LA CRISPACIÓN SE LLAMA CANNABIS

Alfred Hitchcock, La ventana indiscreta, 1954

Si pudieran, se quedarían al pie de nuestra cama, observándonos. Alzarían su índice acusatorio para censurar nuestros movimientos y dirigir la coreografía carnal. El deseo no consumado engendra peste, decía William Blake. La peste vive entre nosotros, es bípeda y no perdona la autogestión del placer. El nombre de su crispación es, esta vez, cannabis. La reciente despenalización de la tenencia de estupefacientes para consumo personal es un escándalo a los ojos de los apestados que, como el Cristo rubio, apolíneo y manso de las santerías, te sigue incondicional e implacablemente con la mirada. Para protegerte a lo largo de la camino y, sobre todo, para evitar que tomes el camino equivocado.

La equivocación está invariablemente ligada al goce y el goce es un peligro para la sociedad. Según la lógica argumental in crescendo de los apestados, la marihuana es el rito de iniciación hacia las drogas duras que multiplican el crimen en las calles. Su uso podrá ser inicialmente recreativo (del uso compasivo ni una palabra) pero termina fatalmente en el asalto u homicidio alevoso de los buenos-ciudadanos-padres-de-familia. Porque todos portamos etiqueta, así el mundo se pone más fácil y hay que pensar menos: el buen ciudadano no es drogón. Quien se arma y se fuma un fino está a un paso de la adicción y, ya que estamos, demos ese paso así el mundo se pone definitivamente liso, el cerebro activa sus ficheros, el policía no duda y su gatillo también se pone fácil (como el mundo) y todos nos vamos a dormir tranquilos: el drogón es un criminal en potencia que ahora tendrá el espacio urbano a su disposición y podrá sacar la maceta pecadora de la heladera vieja o el placard.

El apestado carga contra el perejil pero jamás contra el líder del crimen organizado, que tan buenos servicios suele prestarle. Puede cenar con el narco que le financia la campaña pero es impiadoso contra el pedestre fumador de porros. Se confiesa y comulga con el pederasta y asiente desde las primeras filas del teatro al escuchar vaticinios funestos desde el púlpito. El apestado jamás persigue al jerarca y ahora se ha quedado con una presa menos para sus cacerías. Adoctrinado por sus "pensadores" a sueldo pseudo-progres, atinará a decir, como máximo, que éste "no era el momento" de despenalizar. Para penalizar, en cambio, al apestado le sobran las razones y no le alcanza el tiempo.

Si pudieran, se montarían un panóptico y convertirían nuestra casa en su Gran Hermano, para mirar morbosamente cómo hacemos lo que no se debe mientras la baba rueda por la comisura de sus labios y condenan airadamente lo que los excita (de la cintura para abajo, para desentumecer sus zonas agarrotadas y, de la cintura para arriba, para salir empuñando el garrote). Como los eunucos de la corte, saben cómo se hace pero no pueden hacerlo, o lo hacen elevándolo al cubo en fiestas secretas. La hipocresía es el arte del apestado, cuando la líbido se le desmarca y consuma en privado lo que fustiga en público.

Dentro del mercado, todo está permitido, hasta arrancarle el pellejo al prójimo para improvisar recetas gourmet. Dentro de nuestra casa, nada. Así de básico es el manual del "liberalismo", que ahora ya no está a la derecha sino al centro en esta nueva era de la moderación, donde las víctimas de los excesos silenciados engrosan las estadísticas negras, como la mano de obra del trabajo esclavo.

En la república decente donde la cannabis encrespa y crispa los sentidos, anuncian la elección del padre de sotana con una fumata y, con el mecanismo intocable de la democracia política, votamos para que a la mayoría se la sigan fumando en pipa. Día a día giran las ruedas del genocidio económico y siguen girando como si no pasara nada. Con el delito de lesa humanidad no pasa nada. No pasa nada, tranquilo; vos, fumá.

15 comentarios:

  1. Pues fumemos, que al menos tendremos un motivo para la risa tonta.

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  2. Te veo algo molesta con tu paísito, querida, y razones no te faltan. Parece que los cuatro climas -todos en la misma semana- y el granero del mundo no nos da más que malestar.
    Yo no tengo ninguna afinidad con el cannabis en particular, pero digo: ¿podríamos dejar, maldita sea, que la gente haga de su mundo privado lo que le plazca?
    Pegue, Mariel, pegue.

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  3. De acuerdo, parece que si algo produce placer es peligroso.

    La vida debe ser para sufrir. Si te diviertes o gozas te conviertes en peligroso.
    Sorprendentemente existe gente que se cree con derecho a decirle a los demas como comportarse en su vida privada.

    Pero van perdiendo Mariel, van perdiendo. De entrada la ley que despenaliza el consumo privado ya esta en marcha.
    Por una vez tu pais abre el camino.

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  4. Los países y sus crispaciones ya sólo admiten una lectura estando "colocados". Pero, como argumentan, el cannabis no es suficiente y nos haremos más viciosos. Creo que para soportar la visión cada vez precisamos más ácido lisérgico y simpre arriesgándonos a un mal viaje. Y todo porque queremos seguir mirando, por un prurito de eticidad. Si nos diera por dejar de mirar, el opio sería opción más sana.

    No deja de sorprender que la población más drogada de la historia - a nivel mundial, sin excepciones - tenga estos ataques de moralizantes. ¿Proponen la ley seca? ¿De todas las drogas? No se lo creen ni ellos. Mueven los brazos, locos. Algo deben haber tomado.

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  5. Mariel, es increíble cómo en cada una de tus entradas vas metiendo dedos en la llaga, uno tras otro, y a veces varios de golpe. En esta ocasión es fantástica tu forma de retratar la obscenidad de cuantos se escandalizan por inofensivas hierbas cuando dejan pasar alegremente por su censura los sembradores de hambre y muerte. Se calzan sotanas en el alma y creen que con ello garantizan su entrada al paraíso de la moralidad. Su ausencia de verdadero amor y su franca envidia les mueven a censurar "las coreografías carnales" (brillante!!) ajenas. Si no fueran tan rígidos e intolerantes serían dignos de lástima...

    Besos enormes y ¡libres!

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  6. Sí, es duro pero en Argentina la crispación tiene multitud de nombres. Ahora cannabis. Lo que a muchos les costó palizas interminables, persecusiones estúpidas mientras los polis jugaban a ser buenos con los que las suministraban, gracias a una buena "cometa".
    Conozco esta historia. Un amigo mío terminó en cana por un año por tener 250 gramos. Increíble ¿no? Un año entero. Lo fuí a visitar todos los sábados a las 8 de la mañana, y aunque me reservo lo que eso implicó para mi amigo, me fue muy difícil sostener ¡las visitas! Imaginate entonces estar en una cárcel, todo lo que eso supone... y por fumar marihuana! En parte, sob responsables todos los hipócritas que se escandalizan por un porro y no se asustan del robo institucionalizado, de la tortura generalizada, de "baja intensidad", como dirían.
    En fin, asunto penoso, síntoma de nuestra a-dicción colectiva: la intolerancia profunda a la libertad.

    Un abrazo fuerte,
    Arturo

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  7. Zulma! espero dejar un comentario acorde esta vez (había fumado).
    Se me abren los caminos, y me pregunto cosas con esto del cannabis.
    Por emepzar me parece bien. Me parece bien la despenalización porque te abrían una causa por nada y te comías un garron por un porrito. Me parece bien porque casi siempre metían adentro a los mismos. Ahora pienso... y pienso... A mi me gusta fumar y lo hago de vez en cuando y en mi intimidad, no ando por la calle porque después me pierdo y no me hace bien. No me produce ninguna adicción incontrolable ni fue un paso antecesor a ninguna droga fuerte. Pero los pibes de los barrios que están más dispuestos a que se le genere una adicción (hay muchos agujeros que tapar, vio, demasiados) qué hacen? todo bien con la despenalización, pero no me da hacerle un culto justamente porque creo que no todos estamos en la misma situación frente a una droga. Igualmente, como le decía la principio, se me sigue abriendo los caminos, ya que el alcohol y el cigarro pueden ser peores... Creo que lo que no me gusta mucho en verdad es aquel fumon que hace bandera con el tema pero no se puso a pensar nunca qué le pasa al de al lado. Aquel que arenga a ir al congreso para apurar esta ley pero de fútbol para todos ni hablemos ¿Qué es eso?

    En fin, sigamos fumando tranquilos.

    Saludos desde Mundo Aquilante!

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  8. ...Mi querida Mariel...
    ...El problema de las sustancias que uno libremente consume, ingiere, disfruta es desgraciadamente un viejo cuento, triste y aburrido. Es el último reducto donde la Ilustración no ha llegado todavía, donde se nos sigue tratando como menores de edad, donde se nos sigue tutelando en nombre de una moralidad, de una sociedad, de una mal entendida salud, cuando la distinción entre veneno y fármaco depende, única y exclusivamente, de las multinacionales farmacéuticas...
    ...el hachís quizás no, pero la hierba crece sana y feliz, sin connotaciones morales, sin más, en la tierra, y nosotros decidimos cuidarla y mimarla, hacemos nuestro laborioso trabajo para después, un buen día, sin hacerle daño a nadie, uno pueda fumarse el dulce polen, mientras acaricia los pies de la persona que quiere, mientras ve una buena película, mientras bebe un buen gin-tonic, mientras decide qué hacer o no hacer con su existencia...
    ...Un abrazo...

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  9. Tengo la triste sensación de que los chicos "bien" que se sacuden con éxtasis o el empresario que se da un nariguetazo, seguirá haciéndolo sin problemas, con fallo o sin fallo de la corte. El problema, son los negros de la villa que se "endrogan". Los ricos, saben usarla muy bien. Un besho humeante

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  10. Verdes venenos! ¡Yerbas letales
    ¡De paraísos artificiales!

    A todos vence la marihuana
    Que da la ciencia del Ramayana

    ¡Oh marihuana, verde neumónica,
    Cannabis índica et babilónica!

    Abres el sésamo de la alegría,
    Cáñamo verde, kif de Turquía

    Yerba del viejo de la Montaña,
    El Santo Oficio te halló en España.

    Yerba que inicias a los fakires,
    Llenas de goces y Dies Ires.

    ¡Verde esmeralda – loa el poeta
    persa – tu verde vistió el profeta!

    Kif – yerba verde del persa – es
    el achisino bhang bengalés.

    Charas que fuma sobre el diván,
    Entre odaliscas, el Gran Sultán.

    RAMÒN MARÍA DEL VALLE INCLÁN

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  11. Me encanta también esa Mariel con ese sentido del humor tan pero que tan ácido (glups, perdón por lo de ácido, no me refería a ninguna sustancia, ejem...). Me encanta que cites, y tan bien citado, a Blake ese loco que da tanto miedo (a algunos). Y finalmente me encanta el tema. Creo que la polémica a que te refieres la vivimos hace ya unos años en esta orilla. Y hace no mucho se ha dado un paso más en todo lo referido al uso paliativo y calmante de la maría en algunas enfermedades.
    Recuerdo cuando estuve en Amsterdam, lo primero que hice, claro, fue ir a un coffee a fumarme un porro. ¡Qué sensación de libertad! Pero a la vez, ¡qué gozada de transgresión! Y de repente entra una abuelita en el coffee, con su carro lleno de zanahorias y lechugas, a comprar magdalenas. ¿Magadalenas en el coffee? ¿La abuelita en el coffee? Después entendí, que uno es lento. Magdalenas con maría.
    Cuando en ocasiones posteriores ha habido alguna polémica sobre las drogas en España me he acordado de la abuela holandesa. O que cuando unos vuelven otros no han salido todavía, que viene a ser un poco lo mismo. Besos libres (como dice nuestra amiga Susana), siempre libres.

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  12. María: Fumemos sí, con un buen motivo. Besos (también a Cuco y a Chispa, en la trompa).

    Emy: Peguemos. Rabiosa con los cuatro climas que se convirtieron en dos (con efectos tan bien descriptos en tu última entrada) y que permiten que florezcan ciertos sujetos. No nos metemos en sus casas para ver qué están leyendo y eso que ciertas lecturas sí te queman la cabeza. Querido paísito, sería tanto más habitable sin los que abren la boca para escupir su humo negro. Abrazo.

    Sin reglas: Ojalá vayan perdiendo. La vida y su valle de lágrimas. La promesa del placer arriba y la certeza del látigo, abajo. Hay que permitirse el placer abajo porque de arriba no sabemos nada (¿tenés informantes, arriba?). Besos.

    Bicéfala: Sí que para resistir hay que estar colocado. Eso deberían poner en la futura modificación de la ley de estupefacientes. "Visto y considerando, que este mundo puede resultar insoportable para muchos sin un porro, entre otras cosas". Me gusta imaginar que la tortuga, además de tener dos cabezas, es opiómana.

    Susú: Pero no nos dan pena, ¿no? No la merecen. Yo creo que bastantes cosas se pierden, por voluntad propia. Y van con sus tijeras de podar, detectando excesos en todas partes. Los adalides de la moderación. Qué mal que huelen. Besos excesivos y libres, sí.

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  13. Querido Arturo: Qué bien me hace escucharte, siempre. Me imagino lo que fue ese año adentro y cada una de tus "visitas" y su recuerdo en tu cabeza. A muy pocos les importa lo que pasa "adentro". De los depósitos de gente nadie habla. El que está adentro está fuera del mercado y no existe (salvo para votar). Y ya sabemos cuál es la "clientela" cautiva de la cárcel, los presos que la cárcel recluta. Ya sabemos cómo se estigmatiza y cómo se criminaliza la miseria. La modificación de la ley de estupefacientes despenalizando la tenencia para consumo personal impedirá sobre todo que marchen presos o sean recluidos en institutos de menores asimilables a las cárceles los que consumen porque su vida acá no vale nada. Ya es un paso. Un paso mínimo que generó debates enardecidos. Imaginate lo que sucede con tentativas de pasos más largos. Hay que darlos, igual, porque los beneficiados serán la mayoría, la inmensa mayoría invisible. Otro abrazo, muy fuerte, para vos.

    Mundo: Aquí Zulma. Qué bueno que se te abran caminos (eso le pasa a la gente que piensa, que siempre tiene más preguntas que respuestas). A mí tampoco me gusta el que fuma y hace bandera porque no hay hacer bandera de algo natural. Desde el momento que hacés bandera estás convirtiendo lo natural en algo excepcional (como discriminando a la inversa). Creo que lo principal del fallo de la Corte no es solo que protege "las acciones privadas de los hombres", sino que enfatiza la necesidad de políticas preventivas y de salud pública para contener a los librados a su suerte. Le está pidiendo a los otros poderes que actúen. Sí, uno debiera ser coherente y apoyar la despenalización y el fútbol libre, porque aunque no parezca van de la mano. Respeto a la intimidad e igualdad de oportunidades para todos. A los gritos. Insistiendo, insistiendo, como Zulma. Besos. Z (Zulma, obviamente).

    Querido Migue: Dudo mucho que nuestros infaltables padres tutelares se hayan entregado alguna vez a los placeres que tan amorosamente (en sentido literal) describís con tus palabras. No saben de qué se tratan esos momentos. Allá ellos. Vos sí sabés. Abrazo.

    Darío: Como le decía a Arturo más arriba, por lo menos los "endrogados" no marcharán presos o irán al instituto de menores. Los otros siempre se las arreglaron para zafar, sí. Siempre se las arreglan, que lo parió. Besos rabiosos y humeantes.

    Blanca: Con tu comentario-poema-declaración de principios está todo dicho. Con toda intensidad y certidumbre. Así es Blanca. Besos, muchos, y gracias por traer estos versos que lo explican todo.

    Ramón: Bueno, acá del uso paliativo nadie habla, como si fuera un tema menor. Todo lo prohibido atrae, ¿no? Es una ley tan elemental que cualquiera que se oponga al porro debiera tenerla presente. Eso y que la sanción no tiene efectos disuasivos. El que fuma seguirá fumando igual, con o sin despenalización. Ojalá algún día se multiplique la abuelita de Amsterdam. La Abuelita de Amsterdam, démosle categoría de ícono. Un mundo lleno de Abuelitas de Amsterdam. Qué hermoso. Besos como los de Susú, así.

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  14. También Cuco y Chispa tendrán su ración de marihuana: allá por junio o julio, yo publiqué una entrada en la que presentaba a mi maria: maria jesús, una hermosa planta de marihuana, pero tu no me conocías...

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  15. María: Sos una fuente inagotable de tesoros (me entusiasmo pensando los que me quedan por conocer). Estuve a punto de desearles a Cuco y Chispa que disfrutaran su ración de marihuana pero no quise invadir sus privacidades. Ahora sí: Cucooooo, Chispaaaaaaaaa, ¡disfruten! Un abrazo (flor de madre tienen estos dos)

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