PÁJARO DE CHINA

martes, 15 de diciembre de 2009

HARTA DE BABA


El mudo, Juan Carlos Distéfano, 1973

Lo que cuelga de la boca del mudo no es baba, es agua.

Lo que cae de las voces circulantes es una baba espesa de palabras. Una baba.

En las mesas centrales de las librerías que alquilan sus mesas se exhibe la baba de los opinólogos, al servicio de la vieja derecha. La vieja derecha se traviste de acuerdo con las reglas del marketing y transmite su discurso con eficacia. Una baba fácil de entender. Bobadas. Eslóganes de ocasión que se pegan a la memoria, como el estribillo de una canción que nos hace inmediatamente feliz.

Como a la vieja derecha ahora la atienden sus propios dueños, a los que les cuesta articular dos párrafos seguidos, ciertos escribas diligentes les hacen la tarea mientras les lamen el culo y recogen las sobras de la fiesta.

Son las plumas de los "periodistas" devenidos portadores del sentido común. Chorrean la baba de los idiotas excitados, porque llegó la hora de sus espadas. Todos cargan contra el gobierno que ha osado tocar mínimamente los intereses del amo. Imagino lo que harían si realmente el gobierno les metiera mano. Probablemente correría sangre (el amo en estado de trance ya arrojó desde el púlpito ganadero el verbo "descabezar", disculpándose al día siguiente por su honestidad sin filtro).

De los árboles de Navidad de los que se van a la playa colgará baba impresa. Entiendo lo que dice. Me causa escalofríos. Pero es porque ando con tiempo de pescar el metamensaje. Porque conozco la historia de su aparato fónico, un poco. No hay histeria ahí. Se avanza en línea recta. Ahora ya no se puede liquidar al que molesta a la antigua usanza. A veces. No se puede de a muchos. De a uno por vez, sí. Y de a muchos en cuotas y lentamente, hambreando.

Hay  escribas al servicio del gobierno, también. No tienen un público masivo. Pero cómo babean. Parrafadas ampulosas e incomprensibles. Pajas parlantes. No encabezan el rating porque no manejan el eslógan. Copian y pegan, citan y retuercen. No se les entiende nada, ni siquiera con tiempo y traductores. Baba pesada presuntamente progresista. En cualquier debate televisivo perderían por goleada contra un amanuense de la vieja derecha reciclada.

De la oposición de izquierda también cae baba, atrasada.

A la oposición "progre" (de todos los colores) le bastaría con apoyar lo que el gobierno ha hecho bien y dejar sentado lo que hizo muy mal, analizando ciertos indicadores económicos. Pero habría que ponerse a estudiar y es un aburrimiento. Habría que estudiar economía, un poco. Revisar ciertos números. El destino de las reservas, la asignación de las partidas presupuestarias y los coeficientes que miden la distribución del ingreso y sus indicadores complementarios, por ejemplo.

Habría que meterse en la aritmética y comprender su significado político. Un análisis numérico comparativo ahorraría cantidades de baba y disputaría la fuerza de latigazo de un eslógan.

La derecha no mostrará los números que le convienen, jamás. Sobre todo los que vienen de la mano de este gobierno. Ya se sabe que la derecha no se conforma con que le sirvan ciertos números. Los quiere todos.

Estamos cubiertos de baba. Baba barata. Baba oficialista y baba opositora.

Mientras tanto, de la boca del mudo sigue cayendo agua. Agua de balde en el que te sumergen la cabeza. Agua de tortura, agua de hambre. Sed de palabras que no sean baba.




14 comentarios:

  1. es ahora cuando el silencio no sirve como contraprotesta. la elocuencia de este órgano del callar como forma de desacuerdo no basta.

    mascullemos palabras, tomémonos tiempo para equilibrarlas, contrapesarlas y lanzémoslas de nuestras bocas –palabras- que, bien escupidas, sólidas, digan que el único beso que asquea es la mezcla de saliva derecha-izquierda y viceversa.

    ellos nos escupieron primero. a ver de qué son capaces nuestros lapos.

    se escupía en la escuela. vamos a tener que volver a darles escuela.

    besos, agua.
    òscar.

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  2. Me cuesta creer que este fue siempre el discurso de la derecha: NADA.
    Un discurso vácuo, un discurso que apela a repetir lugares comunes de la gilada revulsiva. Una derecha que se dedica a chupar tics y cliches de personajes patéticos de programas de chimento y diversión.
    Al gobierno se lo critica por la forma, anoche mismo la "chiche" lo decía: por ahí, este gobierno se equivoco en la manera de hacer las cosas. Nadie critica la política de derechos humanos, pero tendrían que haberlo hecho sin tanta pompa".
    La derecha, que ahora incluye a todos, porque hasta la izquierda extrema se torna derecha, al criticar la forma admite que del otro lado existe un discurso, pero tambien se revela como un crítico sin contenidos que cuida las "buenas formas".
    La "baba" me parece, es el exacto elemento que sale de sus bocas. Sólo sale cuando algún objeto de deseo se presenta a sus ojos o se ve desposeido de ese objeto, ahí fluye la baba.
    En el momento crítico, en el que debiera, como presuntuoso defensor de lo "institucional", hablar, como las "amenazas dinosáuricas", se caya, se traga su baba, sus mocos, su vómito y su propia mierda. Un abrazo con furia.

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  3. pájaro de china, estoy brillante de baba,todo lo que narras es real,me queda la sensación de estar encerrada , y que alguien tiró la llave. me gusta tu escrito

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  4. Es todos los casos Baba del diablo (eso, por supuesto, si le damos al pobre diablo, connotaciones negativas).

    Más claro echale baba...

    Saludos Pájaro y gracias por tus reflexiones...

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  5. Muy lúcida. Tenemos tantos frentes abiertos... Pero somos muchos y ellos, en el fondo, muy cobardes.

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  6. Muy elocuente y gráfico este texto amiga Pájaro.
    La baba y la hipocresía van de la mano, como la inoperancia y la mezquindad de alguna gente, de derecha y de izquierda (por lo general son izquierdas psicológicas como el embarazo de los animales), también.
    Pero allá ellos, cubiertos de baba igual sabemos qué cosechará quien siembra vientos...

    Besos tempestuosos

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  7. Muy lúcida, Mariel. En determinadas circunstancias, hay que saber mojarse. Un abrazo muy fuerte.

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  8. Tal cual.
    Si quiero encontrar relaciones entre lo físico, lo moral y lo espiritual, paso por acá. Son bien precisas.

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  9. Mariel, leerte me ha traído el recuerdo de unos 'versos o no' que escribí hace un tiempo y que, aunque iban por otros derroteros, te dejo aquí con cariño:

    "Ávida de sed me busco entre las piedras
    y el agua no está en las palabras,
    pero cómo seguía el poema si era que
    una mañana sin luces..."

    Pero entonces todavía no nos habíamos descubierto y no sabía que aquí, en tu casa, siempre hay luz y lúcidas palabras que hacen que tiemble el mundo.

    Te leo despacio después de mi ausencia prolongada.

    Un dulce beso, linda.

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  10. ..babos@s como setas en lluvioso otoño......uffff.
    (¿¿por cierto esa escultura??).

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  11. Vuelvo a beber de esas fuentes disconformes que conforman tus discursos. En tus palabras nunca hay baba, porque los babosos no recuerdan lo que dicen, ni se ponen a estudiar, sólo están parados; quietos, y una baba muy viscosa les cae por las comisuras.
    Y sí, la izquierda tiene un embarazo ectópico.
    Ellos, los que mandan siguen mandando envueltos en falsas palabras, en malas acciones. Y hablan, hablan, sin pensar en que algunos oímos sus banalidades.
    besos desde el "chevi" camino del gran cañon.

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  12. Certerísimo, Pájaro. Si al menos esa baba pudiera producir algo útil. O se ahogaran cada tanto en su propia baba...

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  13. Como siempre, aquí encuentro una visión clara que no se calla una. Cuánto se te necesita, Mariel. Y cuánto habría de clonarte el mundo para que las palabras pesaran más que las babas. Viscosidad, rancio, ascos.

    Lo malo es que siempre lo hacen tan bien... como tú dices, en línea recta. Y los demás, callando. Así nunca dejan de avanzar. Diossss.

    Abrazos, a ti, a tus ojos del alma, a tus palabras.

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