MY NAME IS MACRI ... MAURI MACRI

"Desestimado Mauricio Macri:

Me dirijo a vos por segunda vez (la primera fue para anunciarte mi condición de  fascista y sodomita), sabiendo que no tendré respuesta. Quisiera dejar constancia, sencillamente, de que no soy tan imbécil como creen tus huestes. 

Me vi todas las de Bond. Mi preferido es el agente encarnado por Daniel Craig, por su imprevisible oscuridad. Porque se le retoba a su patroncita M. Si me estás espiando, te pido que no seas tan obviamente obtuso como para pincharle el teléfono a tu cuñado parapsicólogo y comerte un procesamiento como partícipe necesario en una asociación ilícita dedicada al espionaje telefónico por tamaña ridiculez (amén de la estructura de "escuchas" ilegales que pudieras estar utilizando para meterte en la casa de todos nosotros).

Además, te pido que no te dirijas a mí como 'vecina de la ciudad de Buenos Aires'. Siento que estoy en el Cabildo Abierto de 1810, llueve y no tengo paraguas porque no se habían inventado todavía (aunque todos los dibujitos, en Billiken, portaran paraguas) y French y Beruti me tocan el timbre para prenderme una escarapela (cuando French y Beruti andaban calzados con soberanas pistoletas revolucionarias).

Si realmente hubo o no Revolución de Mayo, si querés lo discutimos después. El problema es que vos hablás con eslóganes y en aquella época todavía no existían los asesores de imagen.

Los tuyos tampoco son de los mejores, supongo, considerando que hacías campaña cual niño bien turisteando al estilo Playmobil en los basurales y la niña elegida como modelo, vestida con la triste camiseta de ocasión, te miraba perpleja preguntándose dónde habías dejado estacionada la nave nodriza: 

  

Ya sabemos que ahora está mal visto decir que uno es de derecha y da vergüenza decir que uno es de izquierda. Entonces los de derecha declaran que se acabaron las ideologías, que la izquierda y la derecha ya no existen y que hay velar por esa entelequia (a) Sra. República y por las Srtas. Instituciones. Los de izquierda se camuflan de "progresistas" y no queda muy claro de qué tipo de progreso estamos hablando.

Como el único progreso aceptable es el que apunta a la distribución equitativa de la riqueza, en esa dirección deberían conducir las motonetas de las Srtas. instituciones y el carruaje de la borrosa Sra. República. Pero ese itinerario ni siquiera está en tu discurso, que sólo me promete una seguridad policial que jamás te pedí, porque le temo más a tu policía que a los chorros y creo que los chorros que van a la cárcel son hijos de la miseria y los que zafan son los de guante blanco, como vendría a ser tu caso. 

Sacudiéndome los eufemismos, digamos que tenés carnet de derecha rancia y que sería para morirse de risa, si no fuera para llorar a mares, que puedas ir a la cárcel por espiar, conducta extraordinariamente apropiada para una derecha que públicamente se aparea para multiplicar la prole y en privado se hace calzar, y no precisamente los zapatos, por el bendito gremio de las travestis. Es como si fueras en cana por voyeur. Hay que ser nabo rotundo, te comento.

No me sorprende pero igual me asusta. Porque nuestra derecha es irrecuperablemente bruta pero, cuando le dan las riendas, no trepida en usarlas para el ahorque. En este caso, asistimos a una nueva versión de Bond: el espionaje estilo bobaliconada siniestra.

Te pido, además, que, a minutos de conocerse tu procesamiento, no salgas con tu irredenta cara de 'yo no fui' a declarar que te armaron una causa y sos víctima de una operación de gobierno. Me repugna la victimización y te aconsejaría, para inspirar un mínimo de respeto, que antes de abrir la boca leas las 600 fojas de tu expediente y te anoticies de las pruebas que incluye. O sea, que hables y respondas con argumentos judiciales. 

Leer, ese ejercicio que tanto cansa, es también lo que debieran hacer los periodistas que cubren tu último hit, para evitar quedar claramente en bolas frente a cámara o cuando pretenden informarnos por escrito.

No importa si el juez que te encontró jugando al ring-raje frecuentaba los saunas de Espartaco y no te gusten sus antecedentes. La verdad de la milanesa (jurídica) está en los expedientes, por más aprietes, patotas y otras lastimeras circunstancias que traigas a colación y que evidentemente entran de coladas, porque nada tienen que ver con los hechos concretos de los que se te acusa. Concentrate en los hechos y no intentes distraerme tan burdamente, que tan burra no soy.

Por último, te agradecería que no respondas a tu actual caída en desgracia con actos proselitistas y elaboración de encuestas para ver si medís mejor que el juez que te procesa. Si quiero circo busco entradas para el du Soleil o miro fotos del viejo Sarrasani.

Y recordá que, como venimos, para espía no te da el look, aunque le demos al Photoshop a fondo.

Si querés saber lo que le cuento por teléfono a mi mamá, mostrame la tabla de lavar la ropa chorreando espuma del malito de Craig. Aunque por ahí me distraigo en serio y dejo a mi mamá hablando sola.

Si la ley y las pruebas te condenan, te deseo celda común, para que te pongas al tanto de unas cuantas cosas y envejezcas junto al populacho. Prometo no llevarte habanos ni martinis y brindar, con cannabis y tinto, por tu revulsivo deshonor".