PÁJARO DE CHINA
viernes, 18 de junio de 2010
JOSÉ CONTINÚA ASERRANDO MADEROS
José de Judea está inclinado
sobre su pobre mesa de trabajo.
Aserrín, aserrán, los maderos de San Juan
piden pan y no les dan. No les darán el pan.
Piden queso y les dan hueso.
Martillarán sus huesos
así como la tierra gira alrededor del sol.
Reciben la tortura como hostia bendita.
María gesta, azorada,
el tormento de un desconocido.
Acaricia su vientre con pavor.
Un viento de fábula arrastró a María
hacia noches insomnes.
El absurdo duplica los dolores de parto.
Su hijo se pregunta "¿por qué a mí?".
Todavía diluvia sobre Galilea.
María besa los pies martirizados
que nunca hubiera abandonado
José de Judea.
Aserrín, aserrán,
balan ensangrentados los corderos.
¿Quién tapa sus oídos para no escuchar?
Nuestro cuello se ofrece al mejor postor
porque no somos hijos de Dios, sino de Abraham.
Los autómatas cumplen sin dudar las instrucciones.
Se quitaron los ojos. Se pusieron agujeros.
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"no escribo para agradar ni para desagradar, escribo para desasosegar..." José Saramago.
ResponderEliminarhermoso poema Pájaro
Abrazo
Qué belleza en tus palabras. Aunque el acontecimiento sea la ausencia. Que no lo es. Heredamos sus palabras. Que sí lo es.
ResponderEliminarPor suerte, José, nos devolvió las bolitas de los ojos, lúcidos, para ver que la historia no es un "lindo cuentito".
ResponderEliminarRecuerdo para siempre, el precioso "La balsa de piedra", de José, el elegido.
Un abrazo.
Perdemos a los mejores ésta primavera, que más parece un otoño.
ResponderEliminarAserrín, aserrán las palabras vienen y van. Orgullosa de tu poesía y del recuerdo de un "buen hombre"
besos
Lindas palabras, Marcela.
ResponderEliminarGracias. Un abrazote
ResponderEliminar¿Se murió Saramogo? Siempre fué un muerto...
ResponderEliminarNo me gustaba, se nota? jeje
Besos!
Imposible describir en pocas palabras las horas de deleite que experimenté leyendo "El Evangelio según Jesucristo". Leer y pensar para mis adentros tantas veces "que hijo de puta como escribe !!", intentar imaginarme como sería estar dentro del Ensayo sobre la ceguera o un mundo donde la muerte se niegue a venir de visita...José tiene (me niego a decir tenía, no aún) esa capacidad maravillosa de hacerme sentir que no es tan imposible que ocurran cosas tan poco probables, de cambiar el orden de las cosas y hacerte creer que es lo más natural del mundo. Me he comido todos y cada uno de sus libros y con todos me he extasiado. No hay ningún otro autor que me haya hecho sentir así. Ninguno. Me ha hecho emocionar, reír y detener el tiempo. Me lo imagino ahora llegando a las puertas del cielo en una barca y discutiendo con dios y con el diablo, cuya discusión terminaría obviamente en algo así como "discúlpalo Lucifer, porque Dios no sabe lo que hace". Un fuerte abrazo,
ResponderEliminarEn el vaivén del aserradero van y vienen las palabras. Sólo algunas permanecerán. Las que dicen, escriben, trazan, los lúcidos.
ResponderEliminarY los generosos. Como él.
" Perchè realizzare un'opera, quando è così bello sognarla soltanto? "
No heredamos sino el vacío
ResponderEliminarque nos devuelven las palabras
ya sin voz pero con ojos
con los que acariciar el libro
y llenar la memoria nuevamente.
Pablo, la c... de tu h...! No seas maleducado e impertinente!
ResponderEliminarPS: es un chiste.
Maravilloso homenaje a José Saramago. Estamos tristes, Mariel. Se nos ha ido un magnífico escritor que, además, fue un gran hombre, una gran persona.
ResponderEliminarLeámoslo, querámoslo siempre. Es nuestro mejor tributo a su memoria, a su persona viva en nuestros corazones.
Un beso.
Saramago decía en una entrevista: "Mire, si yo pudiera redactar mi propio epitafio diría "aquí yace, indignado, fulanito de tal". La indignación es, digamos, mi estado habitual. Supongo que, en el caso del epitafio, a la indignación natural se sumaría otra: la de no estar vivo."
ResponderEliminar"La muerte lo sabe todo de nosotros. Y tal vez por eso sea triste"
ResponderEliminarJosé Saramago.
Es un placer leerte, Pájaro.
Te ha quedado intenso y precioso tu aserrín, aserrán. Dolorido y muy bello.
ResponderEliminarUna pérdida importante. Utilizaba su literatura no para el lucimiento, sino como herramienta para remover conciencias. Mi autor de narrativa preferido, fíjate que algunos conocidos me han dado a mí el pésame pues saben la devoción que le tengo. único en su forma de escribir, tan distita que no ha conseguido crear escuela. En este caso me interesaba como autor y como persona. Lo dicho, una pérdida importante.
ResponderEliminart-abrazo
ResponderEliminarEs una lástima que Dios no exista porque la conversación con Saramago hubiera merecido unos cuantos volúmenes. Se va uno de sus adversarios más elocuentes y atrevidos. La Iglesia debe de estar muy contenta!
ResponderEliminarSu obra sigue ahí, viva, en la biblioteca.
Un abrazo Mariel
Tú sabes como hacerlo.
ResponderEliminarBeso tus manos.