PÁJARO DE CHINA

viernes, 9 de julio de 2010

XI.



Ella los vislumbró primero.

"Yo te despeiné. Te quité tu escafandra. Seduje y aparté, una a una, todas tus obstinadas cosas, tus benditas murallas. Rasgué los velos y con mi boca retiré las flores. Deslicé los anillos y corté las cadenas. Alcé las faldas y bajé los cierres. Descosí los botones y deshice las formas que adoptaban las telas sucesivas. No fui yo, lo sé, sino el que viste en mí y lo que en mí no había.

Los enanos se acodaron en las torres y los mudos movieron la boca. No podías conciliar el sueño y buscabas a tientas tu corazón debajo de la cama. Olvidaste todo aquello que no fuera yo. Todo lo que no fuera esa imagen de mí tallada por tu urgencia. Más imponente que las catedrales medievales, más lacerante que la daga de un poema. Fui el adúltero que no podrías tener y el adulterio condenado duplicó a tus ojos mi estatura.

Una historia trivial y previsible, personalmente extraordinaria. No hubo buenos modales ni ceremonia del té. Fue pura mala educación.

¿Con cuántos nombres falsos nos registramos durante cinco años en hoteles de una sola estrella?  Los animales salvajes nos observaban hipnotizados desde el bosque. Tu madre te hubiera echado de la casa. Tu padre hubiera lamentado la fortuna invertida en el liceo, en las clases de piano, en la domesticación de los esquíes y la colección de sombreros de ala ancha desplegada bajo el sol de la riviera francesa. Todo para que me pidieras que te pintara las uñas de los pies a lo Humbert Humbert. A mí me hablaste en todos los idiomas, me deletreaste cada músculo sin pedir permiso. 

Te pedí, cuando tuve que irme, que fueras un árbol. Que no olvidaras de lo que eras capaz y que ni se te ocurriera rearmar tus trincheras. Porque nadie hubiera podido escribir cartas de amor así, al hombre imaginario en el que me habías convertido.

Ayer volví a leerlas, medio siglo después. Desde hace mucho tiempo soy un viudo respetable que lleva a pasear al parque a sus adorables nietos. He dado prueba de una longevidad formidable. Ayer volví a temblar. 

Sólo quería comunicarte este temblor, porque para todo lo demás es tarde. Busqué tu dirección en la guía telefónica y allí estaba tu número, que jamás discaré. 

Te imagino envejecida y libre, con el cabello revuelto por el viento, sentada en el banco de otro parque. 

Ojalá hayas recaído una y otra vez en el delito de la irreverencia, te hayan desheredado sin apelaciones y vivas todavía en esa parte del mundo que supiste mostrarme hasta llorar. No pude, no supe hacerla durar como debía. 

Eso es todo". 

(Carta sin remitente, fecha ni dirección, escrita en papel veneciano con caligrafía aplicada y tinta negra)



"Querido mío: Recibí tu carta. ¿Dónde está esa mujer que conociste?"


(Línea escrita con rouge demodée en un libro de oraciones, página correspondiente a la oración de la noche, el lápiz labial parece hundirse en la súplica, casi ilegible, "Oh, Santísima Trinidad, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad" )




Foto: Lisette Model, Woman with a Veil, San Francisco, 1949. 

8 comentarios:

  1. Hay días que se mejoran con las letras de las cartas que nos llegan, tienen destinatario y se reciben con la emoción del secreto que oculta el sobre. ¿Qué habrá vivido esa dama del célebre Paseo de los Ingleses?, las arrugas, su atuendo explican ese rictus de la obstinación por vestirse, salir, y sentarse a ver pasar la vida que quizás dejo pasar siempre.
    La determinación puede estar ah, en ese mantenerse erguida, preparada y dejándose acariciar por el único que le queda: el sol de Niza.
    Y esa terrible pregunta final ¿dónde está la mujer que conociste?
    Soy la mujer de la foto, y además la mujer que conociste, una vieja dama indigna.
    Mariel, agradecida te envío un abrazo a la espera del triunfo de España, que se ha convertido en "histórico e histriónico", aún así hemos pasado de la ansiedad a la euforia y espero que no llegue la depresión.
    Ahora mismo en España la coca es el fútbol, o quizás sea al revés.
    Black out....

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  2. Antes era difícil encontrarse. Ahora pienso que me encuentro con todos mis amores pasados en facebook, lo cual parece una tragedia.

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  3. Si Sofía hubiese escrito cartas como ésta, estoy seguro, Rímini no estaría tan perdido en el mundo. Que lindas son las cartas....

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  4. La foto me hizo acordar a la peli "What ever happened to baby jane". Esa peli me tuvo obsesionado gran parte de mi vida...

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  5. La foto es un espectáculo de por sí. Las cartas han sido desde siempre la mejor manera que he tenido de descubir a otros y hacerme descubrir. Creativo, porque es un proceso que se va construyento con materiales varios.Intimo, porque uno se anima a escribir cosas que de otra manera por ahi no diría, lento (nada que explicar al respecto de las bondades de la lentitud). Es una forma única de domesticar el cuerpo pues uno solo puede esperar a la llegada de la próxima carta o anhelar el encuentro, que la mayor parte de las veces, no llega. Extraño la época de las cartas a mano, saber la letra del otro, reconocerlo en ellas. Maravilla. Un abrazo escritora,

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  6. A mí ni me pasan ni me ocurren estas historias. Más hueco para apropiármelas. Lo que llegan a pesar.

    Un beso.

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  7. tu cabecera es Jules et Jim con la fantástica Jeanne moreau y el de Fahrenheit 451?¿? qué maravillosa pelicula y qué maravillosa música de delerue

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  8. ah, se me olvidó dejarte otro pájaro coincidente...

    http://rasca-cielos.blogspot.com/2010/01/lisette.html

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