¿Qué es la política?
¿Cómo transformar, desde la política, el estado de las cosas?
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Contra el hastío y el desencantamiento, entregarse a Shangrila.
Sumergirse en Shangrila.
Verla, reconocerla, atesorarla, porque no es mercancía y para hacerla durar en nuestro cuerpo, como las situaciones de "no-infierno" de las que Marco Polo habla a Kublai Khan al final de sus viajes, al final de Las Ciudades Invisibles escritas por Italo Calvino.
Es una buena frase publicitaria: "Contra el hastío y el desencantamiento, entregarse a Shangrila", y añadir: ¡Sitúate con nosotros fuera de cuadro!" Ahí estamos. En ello seguimos.
ResponderEliminarCaminar hasta Shangri-la descalzo:
ResponderEliminardesollarse los pies y que la carne viva entone su canción y que la canción sea una nana para morir despierto
ésa y no otra cinefilia...
Una pena que hoy por hay la politica sea un arte de engañar, una magia oscura...
ResponderEliminarAbrazo pajarraca!
Esta frase:"El fascismo ve su salvación en que las masas lleguen a expresarse (pero que ni por asomo hagan valer sus derechos)..." es tan actual que me suena a esa seudodemocracia en la que vivimos, peor, aceptamos, ahora. Una pena.
ResponderEliminarAbrazos.
Siempre fuera del cuadro. Contra el desencanto el encantamiento del texto. La compro, la regalo y voy a buscarla para devorar-la.
ResponderEliminarPájaro vuelas alto, y haces que pueda mirar desde arriba.
Desencantada pero motivada.
Un beso
Marcela
Al fin pude sentarme a leer en paz el texto. Desde el comienzo supe que necesitaba paz para captar su esencia.
ResponderEliminarY que decir? El texto es precioso. No me queda más que felicitarlos.
Indaga profundamente sobre ciertos conceptos innatos al fascismo: la seducción.
Aclara un poco los tantos, sobre este término tan de moda. En la era de la seducción, a cualquiera le decimos fascista.
Y si no nos seduce, hasto dónde es capaz de llegar el fascista?