No quiero madre ni padre.
No quiero una patria.
Quiero una piedra suelta en el bosque
sobre la que jamás desee escribir
mi nombre.
No quiero una patria.
Quiero una piedra suelta en el bosque
sobre la que jamás desee escribir
mi nombre.
De pequeña siempre dije que quería nacer debajo de una berza. Luego fui partidaria del pendón. A cada cual el suyo. Jamás tuve banderas ni jamás tuve otra patria que los brazos de los que me abrazaron.
ResponderEliminarEstoy de viaje,en un momentito te escribiré.
Besos y achuchones. El proyecto
me hare pequeñito y desaparecere... me hare pequeñito y ya no estare... me hare pequeñito y perecere... me hare pequeñito y nunca mas podre leer al pajaro de china, ni ella a mi... me hare pequeñito, repito, me lo repito...
ResponderEliminar:)
No los tenés, de todas formas. Estoy abandonado y solo y sin piedra.
ResponderEliminarNuestra primera bandera es el nombre con el que vamos a vivir toda la vida.
ResponderEliminarLa mejor bandera es la más limpia, la más blanca, la que más lejía ha recibido.
Un abrazo.
Veinte. Veinte para comérselos y transformarlos en piedra.
ResponderEliminartu nombre está en mi mundo, aunque no quieras escribirlo, está en todas partes. Abrazo!
ResponderEliminarpoema-gesto / acción que
ResponderEliminartú que siempre
yo, gracias.
ò.
Simplemente la libertad de ser uno mismo. Quedo en silencio, conmovida. Te abrazo fuerte desde lejos.
ResponderEliminarMaría