PÁJARO DE CHINA

domingo, 14 de junio de 2009

BOCA ABIERTA

Tengo la boca llena de sapos y flores y peces. Se me superpobló con el paso del tiempo. Los sapos intentan saltar de maxilar a maxilar y los peces deslizarse hasta la laringe. Las flores se pudrieron, obviamente. Tengo paisajes petrificados y deshechos debajo de la lengua y fotografías amarillentas adheridas implacablemente al paladar. Un ejército de orgasmos duerme congelado entre mis dientes. Las papilas acogen los resabios de funerales, furias y sismos de alta escala. De luchas cuerpo a cuerpo, de las malas y también de las buenas. Iras y sexo. Por mi saliva navegan signos de admiración y de interrogaciones sucesivas. Ni un solo punto suspensivo que alivie el amontonamiento de ocupantes. Debo necesariamente respirar por la nariz, porque la boca se me ha convertido en un depósito. Algunos vestidos no eran tan adorables. Algunas fiestas no eran tan divertidas. Lo que me pareció creatividad pudo ser simple repetición y lo que me pareció repetición insoportable, un destello excepcional capaz de vulnerar la regla. Aquel compañero de viaje no era formidable ni ese viaje merecía suspiros. Hubo travesías de las que abominé anticipando erradamente su inutilidad y otras que celebré hasta quedarme sin aire, que solo me sirvieron para arrepentirme. Ella no era bella y él no era nefasto. Los niños no necesitaban mis consejos ni sus padres mis amonestaciones. Los secretos debían ser guardados. Varios cuadros no merecían mi éxtasis y muchos que censuré hubieran debido entusiasmarme. O no. O sí. En realidad probablemente no sabía pero ni siquiera se me ocurrió la posibilidad de la ignorancia o de la indiferencia. La apertura permanente de mi boca me molesta mucho. No es digna de un Munch, no salió de un Bacon. También en ese caso sería incómoda pero tendría otro vuelo. Van a tener que alimentarme con una sonda, porque ya no cabe ni una miga de pan. Escupir no soluciona la situación. Ya escupí todo lo que pude pero evidentemente algunas cosas están atoradas. Enredadas y pegoteadas a mi mucosa oral. Los residuos que habitan mi boca forman una especie de collage desbordado e inmóvil, pesado y duro como un bloque de cemento. Ahora está claro a quienes no debí insultar y quienes se llevaron gratis mis felicitaciones. Que cuando dije que sí debí decir que no. O viceversa. O nada. Aprendí, tarde, que a veces la única opción posible es el silencio. Y que el asombro no debe ser dilapidado.

13 comentarios:

  1. El silencio hay que trabajarlo, es tan creativo como destructivo. Hoy le daba vueltas a una famosa frase de Borges y pensaba: estoy más satisfecho con lo que callo que con lo que digo. Aunque después me dije que no era verdad, y no sé si esa frase esconde una arrogancia o una falsa modestia.

    Por lo demás bendita sea esa boca saturada, esos residuos seguro que acabarán siendo escupidos, transformados o digeridos por su incansable potencia.

    besos

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  2. Querido Rubén, ojo-que-ve-más-allá: Leíste esto a tu manera y lo hiciste propio. Yo lo escribí pensando en una boca insoportablemente incesante que se atora y vos la viste como una boca infatigable que terminará por liberarse de sus residuos porque no puede parar. Sí, es preferible a la boca abierta a la boca cerrada.

    En cuanto a Borges ... no sé, era muy arrogante y también falsamente modesto a veces. Empecé a leer hace poco las memorias de Bioy que recogen la amistad entre ambos y tuve que dejarlas, porque por momentos me daban náusea. Dos pendejos de buena familia burlándose de todo lo que encontraban a su paso. A mí me pasa algo con Borges: puedo admirarlo, pero no puedo quererlo. Sabés que en tiempos peronistas Evita lo puso en caja y lo nombró Inspector de Pollos y Aves de Corral, a ver si le bajaba un poco los humos.

    No resolví todavía si está bien o está mal que la vida personal de un escritor me contamine su lectura. Porque yo creo que la vida personal termina filtrándose en los textos como un virus, inexorablemente. Me pasa con Céline, por ejemplo. Y, en un grado de mucha menor fascinación por el texto pero de mayor rechazo hacia su persona, con Vargas LLosa. El caso extremo para mí es cinematográfico y se llama Leni Riefensthal.

    No puedo actuar quirúrgicamente y escindir los planos. Veo las películas de la Riefensthal y me parecen soberbias y simultáneamente me revuelven el estómago.

    Lo que nos conduce derechito a la belleza del crimen, esa de la que hablaba Sartre. Hay crímenes y crímenes, supongo.

    Abrazo invernal.

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  3. Mariel, en realidad creo que sí lo había leído en la línea que dices, la boca saturada insoportablemente, aunque quería darle ese rictus más positivo :)

    A mí Borges me fascina y creo que pocos escritores del siglo pasado han llegado a ciertos niveles a los que llegó él. Pero también me parece a veces un poco estomagante, en cuanto a su personalidad y su mito. Me imagino que Borges es una presencia tan mítica extrema en Argentina que pasa un poco como con España y Lorca, que -casi siempre- o se le ama o se le desprecia. Curiosamente Lorca le pareció detestable a Borges.

    La mejor definición del defecto -literario, pero también personal- de Borges para mí la dio un personaje de Sábato. Decía que Borges es un escritor que, mientras uno de sus personajes estaba a punto de morir, está preocupado por el adverbio que va a utilizar, y eso no les pasaba a Tolstoi o Dostoievski. Aunque a mí ese rasgo detallista y preciso es algo que me encanta de su prosa, creo que hay algo de verdad.

    Abrazo casi veraniego

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  4. Rubén, yo me quedo con Lorca, largamente. Los artefactos literarios perfectos de Borges me deslumbran pero no me sacuden los nervios. No es un escritor que relea especialmente, como sí releo a Lorca, desde que era chica, porque una de mis tías tenía sus libros de poesía.

    Aquí por lo general se lo idolatra. Es uno de los pocos padres que se salva del parricidio. Con Cortázar hay ensañamiento y también con Sábato. Reconozco que el Sábato de los últimos años es altamente depresivo y perdió la vena (algunos le dicen Ernesto Sótano) pero escribió dos novelas absolutamente impresionantes como El túnel y Sobre héroes y tumbas. Con eso ya está hecho, como Bioy con La Invención de Morel.

    Qué lindos son los "casi" de las estaciones del año, esos preludios mejores que las estaciones mismas.

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  5. La entrada me taladró como una rosa de los vientos de múltiples significados que de pronto se infiltrara en mi sangre. No sé cómo operar sobre ella, cómo traducírmela o contármela para contarme a mí mismo. Me quedo con la polisemia y el misterio, y aprecio en Mariel una gran escritura. Precisa y ambigua, cerrada y abierta a la vez: indescriptible, en suma.

    Sobre el asunto de Borges... estoy en sintonía con Rubén. Borges fue un influjo decisivo en mi época de estudiante, y aún proyecta una larga sombra, creo, sobre muchos de nosotros. Él nos enseñó a fijarnos en ciertas cosas, a auscultar ciertas vetas de la conciencia y la realidad. No lo veo ajeno al mundo. Más bien se confiesa indirectamente, a través de símbolos. y cómo él mismo dijera, a veces creemos que ese álgebra equivale a frialdad. Quizá era un gran tímido, después de todo.

    El caso es que comprendo, también, tu suspicacia, Mariel. Es más que razonable, y en eso creo que al estar aquí, al otro lado del "charco", tenemos una visión de Borges muy diferente a la tuya.

    Tenemos otra pasión común, el cine. Admiro profundamente a Riefensthal. Tiendo a concebir la obra de arte como un ente autónomo, al margen de la biografía o las inclinaciones políticas del autor, que pueden ser aberrantes, como en este caso, pero no deberían cortocircuitar esa savia primera, admirativa, que inunda nuestro acercamiento a la obra.

    Es un tema con muchas aristas y en este caso casi todas las posturas me parecen igualmente respetables.

    Gracias, Mariel, me ha encantado tu entrada.

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  6. Gracias a vos, Stalker. Tus comentarios superan la entrada. Para mí la Riefensthal es un objeto de seducción terminal. Ya en sus épocas de actriz, cuando hacia fines de la década del '20 filmó para Pabst una peli que creo que se llamaba El Infierno Blanco de Pitz Pallu, una de montañistas en la que se refugiaba en la cabaña a gran altura con ... pantuflas de seda con plumitas.

    La he visto continuar su carrera de actriz haciéndose la amnésica sin vergüenza, después de haber delatado voluntariamente a unos cuantos compañeros de ruta, relatando sus aventuras como directora de documentales submarinos (de la alta montaña a la profundidad del mar, convengamos que en su arco espacial fue muy coherente).

    No sé si el sur influye la mirada sobre Borges pero sí ciertamente la ideología. A mí me cuesta mucho ejercitar la visión autónoma porque creo que la ideología se hace carne en la palabra. Creo que el mejor ejemplo que tenemos en este sur es Rodolfo Walsh. Sus cuentos (creo definitivamente que "Esa Mujer" es el mejor cuento de la narrativa argentina) tienen la misma lógica implacable de la Carta Abierta a la Junta Militar, o de la Carta Abierta sus amigos, escrita luego de la muerte de su hija Vicky. Y otro ejemplo, en otro género - enorme, como la historieta - es Héctor Oesterheld con El Eternauta. La "nueva" narrativa no recoge ese legado y eso muchas veces me subleva.

    Un placer escucharte. Espero los próximos juegos, búfalo prestidigitador.

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  7. Ah, me olvidaba. Sí, Borges era un gran tímido. Un inseguro absoluto con las mujeres. Son deliciosas las crónicas de Estela Canto, a quien le enviaba cartas citándola en Parque Lezama y la llevaba a caminar durante horas y le recitaba poemas ... ¡y el beso no llegaba jamás!

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  8. "Ernesto Sótano"... qué mala leche! ees verdad que sus trabajos autobiográficos de los 90 son un poco deprimentes y mejor que se los hubiera guardado, pero las dos novelas que dices -y añado "Abaddon el Exterminador"- me parecen cumbres.

    Qué lindo lo de la timidez de Borges, y el "El eternauta", gran cómic, me impresionó ese dibujo herrumbroso y la lenta nieve del horror...

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  9. Rubén, sí, es definitivamente mala leche, pero en parte se la ha buscado con sus últimos textos, como vos decís. Y sus pinturas son también una instigación al suicidio. Sí, sumemos Abbadon. En esa época estaba en su mejor forma.

    Y El Eternauta es ... fantástica y conmovedora literatura anticipatoria.

    ¿Leíste a Walsh? Hay un volumen que recoge sus implacables crónicas periodísticas ("El violento oficio de escribir") y después están sus cuentos, donde nada sobra y nada falta, escritos como mecanismos de relojería.

    Besos matinales (ayer me dormí pensando en el corazón "otro" de Nancy ...)

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  10. Mariel este texto que compartes es muy hermoso. Una boca lapidada por las palabras, que se arrejuntan en los labios y no son quiénes a salir.
    La boca como fuente de vida, convertida en depósito. Y volvemos de nuevo al beso, con tu permiso.
    Un saludo Mariel.

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  11. Portinari, "una boca lapidada". Tus expresiones. "Palabras que no son quiénes a salir". Voy a ir anotándolas en mi cuaderno para robártelas. Volvamos al beso cuantas veces quieras, hagamos una Biblia del Beso, porque es el origen de todas nuestras gracias y desgracias. Me voy a tu crepúsculo, cuya miniatura me está mostrando el pájaro de China. Besos (¿qué podría enviarte que no fueran ... besos?)

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  12. Las palabras son tuyas cuando les das tu vuelta de tuerca :-)
    La biblia del beso... mejor no endiosar los placeres terrenos, torres más altas cayeron, mejor dejarlos en el cielo del que vinieron, pero podemos tenerlos!
    Los besos van al beso ;)

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  13. No he leído nada de Walsh, aunque recuerdo su presencia marginal en ciertos apuntes de literatura... Me apunto lo que dices, el cuento y la Carta abierta a la Junta Militar, debe ser un testimonio imponente.

    besos bajo un calor asfixiante de mediodía, argh

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