PÁJARO DE CHINA

jueves, 2 de julio de 2009

SOY TUYA (BALAS INCLUIDAS)

Hacía pole dance en un tugurio de mala muerte. Las bailarinas ignotas de cabarutes de cuarta somos literaria y cinematográficamente más rendidoras que las etéreas hetairas (concédanle el derecho a jugar con el lenguaje a una puta triste) del Moulin Rouge, a las que la tuberculosis se las lleva envueltas en un suspiro y prolijamente desmayadas sin retorno en brazos de sus correctísimos amantes. Mis piernas parecían mas largas que el caño al que provocaban para tu placer. El caño se prendía fuego. Supongo que vos también. En cierto modo bailaba para mí. Bailar es un ejercicio solitario que favorece el olvido y apacigua y pone a dormir las bestias de la memoria. Hacía equilibrio sobre tacos que avergonzarían a un rascacielos de Nueva York. Nunca estuve en Nueva York, es obvio. Me envolvía una luz rojiza previsible, desangelada y suave como el sueño al que te inducen los somníferos. Todo estaba mal, pero en ese lugar parecía estar bien. Por esos los lugares así se llenan de gente algunas noches. Vos venías todas las noches, sin falta. A veces eras el único tomándote un whisky frente a mí. Jamás agradecí tus dólares, porque me los ganaba en buena ley. Supongo que representaban un esfuerzo, porque se veía de lejos que escaseaban. No sé cuándo empezamos a mirarnos de cerca. No nos hicimos preguntas. Y ya no hubo forma de desanudar. Los monstruos que acechaban conspiraron, me tomaron desprevenida y por asalto. No me cuidé lo suficiente, no me presté atención. Y sufrí eso que algunos llaman "accidente" y que para mí es equivalente a bajar la guardia.

Cuando me desperté en el hospital y me miré, me faltaba la mitad de una pierna. Yo la sentía y hasta me dolía pero no estaba ahí. Tocaba para asegurarme y mi mano atravesaba el aire donde esa mitad de pierna hubiera debido estar. Es pavoroso descubrirte sin un pedazo. Te preguntás a dónde lo tiraron, qué recuerdos se llevó con él, si los dioses lo juzgarán por sus pecados o tendrá un destino más digno que pudrirse en un cubo de basura. En el pedazo que te falta se fue inscripta parte de tu historia. Las celebraciones y los abandonos, las pasiones y las despedidas se mezclan con el plástico y los desperdicios. Tus experiencias personales tienen el mismo rango que el papel higiénico usado y los restos de comida. En mi caso, literalmente, no podía ponerme de pie. Lloré y me dije: o me pego un balazo o salgo a combatir. Me convertí en una guerrera. Elegí una ametralladora como prótesis y convertí el desastre en resplandor. De balas. Vos eras mi mejor razón. Soy una hipérbole viviente del deseo de sobrevivir. Esta es la única figura de la retórica admitida. Lo bueno y lo malo del caso límite es que aniquila las múltiples lecturas. Que los monstruos vengan a rondarme, si se atreven.

Ahora, cada vez que me paro, me paro dos veces. La primera, porque a todos les ha sido concedida la facultad de pararse. La segunda, porque cuando la perdí elegí recuperarla, entre los fulgores y los escombros de la catástrofe. Quien se levanta después del accidente duplica su estatura.

Ya cuando rozaba el caño mi pierna ametrallaba. Tenía la capacidad virtual de disparar, que después no hizo más que encarnarse en arma. A esta altura, vienen sobrando las palabras. No sé si lo viste desde un principio. En el puticlub elegiste bien y en el hospital, al volver a elegirme, elegiste mejor. La mutilación acentuó mi singularidad y redobló mi vocación de lucha. ¿Quién podría treparse a tu moto y cubrirte así la espalda?

10 comentarios:

  1. No he visto Planet Terror, algún día le echare un vistazo. Si vi Death Proof… y con desdén salí de la sala un tanto aburrido. He de admitir que Tarantino no es santo de mi devoción. O quizás sea santo de mi devoción plantar infinitas semillas de discordia cada noche de fiesta que alguien se cruza en mi camino alabándolo.

    Me quedo con las “viejas" películas que inspiraron este fallido (y a mi parecer hoy día innecesario y incoherente) experimento.

    Salud Mariel!

    ResponderEliminar
  2. Sí, la idolatría tarantinesca en muchos casos supera las virtudes cinematográficas del susodicho, que a veces solo abre la puerta para ir a jugar, como en este doble homenaje al "grindhouse". Pero yo no puedo evitar caer rendida ante sus chicas guerreras de folletín. Esta bailairina con pierna de metralleta me parece bella como personaje y de algún modo se libera del "universo tarantino" para tener estatuto propio, como la Beatrix Kiddo de Kill Bill. Chicas batalladoras y potentes, que hacen de la calamidad una oportunidad para convertirse en amazonas. Besos de pólvora.

    ResponderEliminar
  3. "En el pedazo que te falta se fue inscripta parte de tu historia. Las celebraciones y los abandonos, las pasiones y las despedidas se mezclan con el plástico y los desperdicios. Tus experiencias personales tienen el mismo rango que el papel higiénico usado y los restos de comida."

    A mí Tarantino me divierte -a ratos, y sobre todo la primera película-, pero no me parece tampoco nada del otro jueves. De Rodríguez no me esperaba nada, fui al cine a regañadientes a ver Planet Terror y tengo que reconocer que no podía parar de reir, sobre todo la primera hora de película, qué diálogos y qué situaciones. Y si además Mariel nos hace textos como éste a partir de la prótesis de la protagonista, será que la peli merece la pena... has captado a la perfección -mejor incluso que el film- ese tono macarra de la historia de amor: "En el puticlub elegiste bien y en el hospital, al volver a elegirme, elegiste mejor." Jajaja, buenísimo!

    besos proteicos

    ResponderEliminar
  4. Rubén, andamos ambos enredados con muñecas y prótesis. Quién no quisiera una compañera o compañero de ruta con esta determinación y beligerancia. Yo también me reí mucho y esta muñeca proteica me resulta adorable. Besos ... a ver ... con el cargador a tope.

    ResponderEliminar
  5. Pues sí, forman una pareja demoledora y envidiable. Andamos enredados en prótesis y cuerpos fantasmas, y después de la entrada que acabo de colgar, nos tomaremos una dosis de morfina para apaciguar el picor de los miembros amputados, sospecho...

    besos... hmmm... con barra americana

    ResponderEliminar
  6. A mí Planet Terror me hizo mucha gracia, y la chica de la ametralladora en la pierna me pareció una metáfora lograda a la que me adhiero incondicionalmente. En cierto modo, una pierna que ataca y sustituye la posición horizontal, erguida, de las armas que sujetan los hombres. Ella lleva la muerte en su pierna, en sus pasos, y la dispensa, la proyecta de otra forma.

    Observo una reacción anti-Tarantino que comparto aunque sí creo que a su manera ha "reinventado" cierto concepto del cine basado en el pastiche, el collage, la imitación y reivindicación de la serie B de los setenta. Otra cosa es que el resultado no me guste y cinematográficamente sea endeble, claro... pero no se pueden negar los efectos de la tarantinofilia en la iconografía de la cultura popular de masas.

    ¿Qué decirte, Mariel? Eres una prodigiosa caja de sorpresas...

    abrazos

    ResponderEliminar
  7. Suena a valquiria por aquí, una un poco especial (no todas tienen destinada la parte de atrás de una moto, ni una metralleta a mano, o debería decir "a pierna"?).
    No conozco esta peli, sí de oídas, pero no la he visto, así que como si no la conociera.
    Además del fragmento de tu texto que Rubén cita, quiero hacer incapié en este: "Tus experiencias personales tienen el mismo rango que el papel higiénico usado y los restos de comida." Espeluznante pensar en ello...
    Un abrazo de la tarde.

    ResponderEliminar
  8. Ok. Ha "reinventado" cierto concepto del cine basado en el pastiche, el collage, la imitación y reivindicación de la serie B de los setenta.

    Serie B. Ese es el problema. Está vendiendo serie B postmoderna a los consumidores de toda la vida de serie A, Rh Negativo. Esa es la cultura popular de masas. La que no se mete en el lodazal de Norifumi Suzuki, Bo Arne Vibenius, Russ Meyer… si, y Godard.

    Que nadie se confunda, valoro a Tarantino. Es muy listo. Trabaja genial el espacio y se vende (y crea iconos) como nadie. En realidad creo que lo que le pido a la gente es que sean más curiosos… si, que trabajen en un videoclub si quieren. Que sean más como él, jajaja.

    Se me va. Lo dejo ahí.

    Salud.

    ResponderEliminar
  9. "Lo bueno y lo malo del caso límite es que aniquila las múltiples lecturas."
    No he visto la pelicula, pero no creo que haga falta para entender su contenido y disfrutar de este texto maravilloso.
    Yo me identifico con tus palabras, tus palabras me valen para reconocerme y explicarme, y para intentar entender lo que sucede y me sucede.
    Los casos limites, cualquiera sean, tienen - como vos decis - la virtud de simplificarlo todo. Las opciones no son muchas. Y, como dicen por ahi, es un consuelo, aunque un consuelo siniestro, el saber que la certeza llega facil, sin tantas opciones que sopesar.
    Sabes que te quiero.
    Besos polares.

    ResponderEliminar
  10. Stalker: Muchas veces dicho pero cierto, el prodigio está en el ojo del que mira, o lee. No había reparado en el "pequeño" detalle de la que chica porta el arma verticalmente, irguiéndose sobre ella. Sí, definitivamente "transmuta" la pierna muerta en arma letal. Devuelve lo que recibió; paga con balas. Quizá ni Tarantino mismo se haya imaginado lo que esta pierna-prótesis puede "disparar" a nivel simbólico, pero esa es tarea del espectador, que se apropria de la peli y la resignifica. Tarantino es un posmoderno "acrítico", con todo lo que eso implica. Hay cita, parodia, tributo, pastiche,ironía y diversión. Cada uno hará con Tarantino lo que decida hacer. Los espectadores curiosos revolverán en el videoclub para ver el original y otros se quedarán con el homenaje sin ver el original homenajeado. La bufalita te abraza.

    Bash: Es verdad y depende de uno, ¿no? Algunos saldrán a la caza del auténtico "grindhouse", como le decía a Stalker, y otros se quedarán con el tributo tarantinesco. ¿Tendrían los "próceres" de la cultura de masas (i.e., Godard) la apertura mental y el sentido del humor suficiente como para verse parodiados? Quién sabe. Sería bueno que alguien se atreviera a hacerlo. Lo bueno de los géneros amados y parodiados por Tarantino es que esa apertura y ese humor es por definición una de sus claves. Besos de videoclub.

    Portinari: Definitivamente, la chica-metralleta es una valquiria. Viste lo wagneriano que hay en ella. Y el estremecimiento insoportable de ver un pedazo de tu cuerpo en la basura, desprovisto de historia y cosificado como un desperdicio más. Apretado abrazo crepuscular.

    Vani-my-queen: Y sí, el límite no deja opción. Para qué repetir lo que espléndidamente condensaste en tres líneas (ese "consuelo siniestro" de ver lo blanco y lo negro). Además me hiciste pensar en esto: uno "vampiriza" lo que ve, es decir, lo absorbe en beneficio propio y lo transforma en otra cosa. Uno se roba a la chica-metralleta y la convierte en protagonista de otra historia, una especie de fotonovela, o lo que sea. De a poco deja de ser exclusivamente de Tarantino para ser también de todo los que se la han robado. Pasa de mano en mano y cada uno lee algo en ella, poniéndola a girar en otras órbitas y dotándola de otros significados. Precioso destino. Sabés que sos correspondida. Besos que nunca se enfrían.

    ResponderEliminar