PÁJARO DE CHINA

jueves, 7 de enero de 2010

IV.




La tijera corta sin ley el viento de tu pelo.
Encarnizada con tu pecho, abriendo un tajo
del que se escapan peces de terciopelo.
Esta tijera siempre muerde abajo.

El desorden de lo inclasificable.
El enigma de tu aterrado corazón
atado al cable de una noche interminable.
El eclipse que implica tu interposición.

Tu acuario es una hermosura. Y tu melancolía
adivinaba la voracidad de la tijera. No hay piedad.
No hay nadie. La fosforescencia de tu genealogía
desquicia al lobo en la oscuridad.

Pesquisa y sesga la carne más tierna.
Mastica intacta la estrella natal de tu entrepierna.


19 comentarios:

  1. Lasa estará pensando en ponerle música...
    Beso Mariel, contesté a tu mail.

    ResponderEliminar
  2. Me sorprenden y conmueven esas imágenes tan bestias traídas y tratadas con la delicadeza de la seda o del terciopelo. Es en ese contraste feroz en el que te reconozco. Pero esas tijeras también le duelen al lector porque le hablan de sus propis heridas.

    ResponderEliminar
  3. Bonita Lhasa; su cuerpo fue el tajo de su existencia.

    Pienso como Marcela, seguro que Lhasa estará pensando en cómo ponerle música a este poema tan hermoso.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. No quiero que la melancolía, ni la tuya ni la mís, adivine la voracidad de la tijera.
    Huyamos de las tijeras y de los tijeretazos.
    Es tiempo de sumas y no de restas.
    Un fortísimo abrazo, Mariel.

    ResponderEliminar
  5. Exquisito. Todo un tema la tijera y la mujer.
    Querida, te saludo por unos días y la seguimos pronto (por favor)

    Besazo

    ResponderEliminar
  6. Me gusta esta Lhasa...La llorona es encantadora. Impresionante esa tijera, pájaro.

    ResponderEliminar
  7. Soy un reverendo pelotudo. Lo declaro con vergüenza.
    Ahora me entero que se murió, y TN no dijo nada.
    Es una muy mala noticia. Me deprime. Y más me deprime ser un pelotudo.

    ResponderEliminar
  8. Tristes tijeras que nada importan a la potencia del canto, la voz, el poema y esa piedad y fosforescencia de la que hablas.

    Todos notamos las tijera, amado pájaro, ya hablamos de ello. Pero no renunciamos - y no sé por qué - a que las tijeras se muestren con óxido y punta hiriente (no queremos tijeritas de punta redonda como las que usan los nenes en el parvulario). Putas tijeras habitadas por colonias microbianas y neoplasias.

    Un beso a Lhasa. Y que cante.

    ResponderEliminar
  9. Me entere por el amigo Bashevis de su muerte. Nos dejo Lhasa. La quisieron para si en el otro lado, para que les cantara con su voz desgarrada, con su pasado de miedo y su gesto pequeño e indescifrable. Con toda palabra... aterrizando en las tijeras, interrogando los sinos que nos la arrancan, tambien, a ella.
    Preciosa entrada, Mariel.

    ResponderEliminar
  10. No me gustan las tijeras. Es una manía....

    ¿Quién era Lasha?

    Besos

    ResponderEliminar
  11. ...Totalmente de acuerdo, chère Mariel...

    ResponderEliminar
  12. Enigma, pero sin claroscuro. A pesar del blanco o del negro, la tijera parece un instrumento de consuelo, o de revancha. Aquí, donde aparentemente nada se dice, ocurre todo, iluminado sin más nombre que por una estrella natal, ya me lo imagino. Fuera de contexto, pueda ser uno de los que combaten.

    ResponderEliminar
  13. Un par de días para entender,
    un par de días para disfrutar,
    de la encantadora voz que no conocía
    hasta hace un par de días.


    Gracias Pájaro, por la letra y la música.

    ResponderEliminar
  14. Es cierto, no hay piedad con ciertas almas. Esa llorona, esa voz desgarradora y fuerte a la vez... Lindísima entrada
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  15. Aún no me recupero de esa desaparición repentina. Un tajo en la existencia de lo cotidiano, y la breve herida irrestañable,

    besos

    ResponderEliminar
  16. No la conocía, Mariel. Y me ha conmovido su voz y su canto.
    Le intuyo una mirada lejana, de quién contempla el fuego sabiendo que algún día se inmolará en él.

    ResponderEliminar
  17. Excelente complemento.

    ...Y son de tijeras mis manos,
    los adióses también cortan,
    lentos las palabras,
    rebanandote,dejandome nada.

    Preciosas Letras Mariel (parece que ese es tu nombre).

    ResponderEliminar
  18. Tu melancolía/ adivinaba la voracidad de la tijera". Palabras que podrían ser una descripción de la voz de Lhasa.

    ResponderEliminar