PÁJARO DE CHINA

lunes, 1 de marzo de 2010

III. ESCUPIR



La caja de zapatos perteneciente a la casa Palacios & Palacios
estaba forrada con papel de diario, lo que ofrece una pista evidente del rol
adjudicado por el autor a la prensa escrita. 
El papel de diario estaba lleno de notas al margen,
escritas con mano furibunda:
"¿Y entonces qué?"

La exuberante pedagogía medieval diseñó sus monstruosos bestiarios para domesticar al rebaño y espantar herejes. Algunos pedagogos ejercen una fascinación siniestra. Desde las cornisas de las catedrales góticas, acechan inmóviles y listas para el salto las ominosas gárgolas. Lo suficientemente arriba para asentar la potencia de sus alas membranosas; lo suficientemente abajo para horadarnos con sus ojos de piedra. 

Las gárgolas no solo espantan al Maligno del recinto sagrado. Cumplen, también, una función prosaica: drenar el agua de lluvia y escupirla por sus bocas de lobo, como un grifo de espanto. No hay dos gárgolas idénticas en este mundo, por lo que la variedad de la intimidación estética y la velocidad de la escupida es notable. 

Si actuáramos como gárgolas contemporáneas, la herramienta del repudio social alcanzaría su grado máximo, opacando la lenta y tuerta burocracia de los tribunales. La "multitud" de pacotilla descripta por Negri & Hardt porta nombre y apellido y la mano que roba y ultraja no es anónima. Ah ... esa letanía según la cual "todos somos responsables" y nadie se hace responsable de nada.

Deberíamos escupir resueltamente las caras de los directores, sicarios y pelafustanes que perpetran los múltiples crímenes cotidianos. Embadurnarlos de esputo en continuado. Spit, sputare, spucken. El lenguaje sabe a qué verbo asignarle un efecto letal.

¿Cuánto tiempo se puede soportar un estrépito de gargajos de alta densidad? No podremos tomar el cielo por asalto, pero ciertamente podemos embocar esputos a piacere, cual llamas en su salsa y sin violar la ley. Y si la violamos, todo bien. Es la ley burguesa, a no olvidarlo. 

¿Por qué desperdiciar el exceso de salivación practicando el guanaquismo en plena calle, cuando se le puede propinar en la jeta a los que se lo ganaron con honores? Tanto tiempo hemos sido escupidos que bien poco nos costaría convertirnos en escupidores profesionales. Los mequetrefes que creen comprarse la impunidad no podrían asomar el hocico y tendríamos, gratis y rápidamente, su reclusión perpetua asegurada. Hasta los camellos lo tienen claro: escupen sin pudor cuando pretenden reventarlos con la carga. 

Nótese que la saliva preciada se ofrenda con el beso o las diversas prácticas amatorias que nos dejan sin aire. La saliva que sobra se merece, también, un buen target. Si su hermanita lúdica nos mostró el paraíso, que ésta le enseñe a los malditos de turno que no hace falta morirse para comprobar que el infierno quema. 

Ya sabemos, gracias a esa enciclopedia personal que es la caca, que la base fundante del capitalismo es la acumulación salvaje. Hay que soltar, muchachos. Y que las muchachas lancen sus soberanos pollos, aunque se les corra el rouge y se las acuse de cerdas. Siglos de miriñaque y corsé, tacones y cosmética de prisioneras de perfumería. Hagamos algo digno. Escupamos al que nos pone la soga al cuello, en lugar de engrosar sus arcas. O engrosémoslas, engrasémoslas, de esputo eyectado cual jabalina líquida.

Tanto armado anacrónico de células revolucionarias, tanta disquisición onanista de café ... A escupir y basta. Un grupete de lanzadores de gargajos alcanza y sobra para hacer una vida imposible. Tanto dragón escupiendo fuego, tanto avión escupiendo metralla, tanto escupir sobre la tumba del que no se entera, tanta metáfora berreta para el salivazo espontáneo, puro y duro, que es un auténtico instrumento de combate.

Acerquémonos con sonrisa beatífica y expresión arrobada a quien nos arruina la vida, con cara de ir a pedir un autógrafo. Y cuando estemos a tiro, espetémosle un esputo epifánico. Muchos se sumarán a la gesta. ¿Quién se resistía a tirar bombitas de agua en los antiguos corsos? Nunca maduramos lo suficiente y quizá esa sea, paradójicamente, la solución de nuestras desventuras.

Si el gargajo incluye, además, gestualidad gargólica, auguro sala llena. Benditas sean las gárgolas que aun siguen montando guardia sin descanso, eclipsando el barato romanticismo de la luna.

11 comentarios:

  1. Soy medio chitrula, y no me sale lo de escupir (me sale más fácil una buena puteada, a veces quema tanto como un gargajo) pero tengo algunos a los que le largaría toda alergia acumulada desde mi más adolescencia, allá por los fines de los setenta...y para el de los noventa otro....

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  2. Hay tanto que escupir que el gargajo sería inmenso.

    Pero el escupitajo liberador es ese que se forma en la garganta y te deja sin habla, cuando alguien quiere tapar tu boca, una vez que lo escupes y liberas la voz ¡¡¡ mira ni la mejor cantante de ópera me calla!!!
    Después siempre aparece la risa , te pones el mundo por montera.

    Besos

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  3. Eres tan brillante escribiendo que a veces me deslumbro,y me quedo boca arriba como un perro panza arriba enseñando sus orejas sumisas....Pero aquí, en este momento la sumisión desaparece, --aunque yo siga boca arriba alucinando contigo--, y es que me entran unas ganas de escupir que no veas, de ser gárgola, y de ser la ganadora. Soy esperta, lo confieso, en esta arte. De pequeña, jugaba a la navaja (eso de tirarla, clavarla en el suelo,y tener que colocar un pie donde cayera...), pero también hacía con mis amigos campeonatos de ver quién echaba el lapo más lejos...Siempre me ha asombrado la gente que dice que no sabe escupir... ¿yo soy una bestia parda, o los demás son muy finos? En cualquier caso, me apunto con puntería y lanzo en tu honor, como gárgola única que soy, un lapo simbólico que salpique a todos los que se merecen morir ahogados en una propia y adecuada sustancia para ellos. Si es verde, y sólido más lejos llega....

    Un abrazo, mil besos, y mi cerveza a tu salud.....desde mi nuevo "enlace", al que te invito.

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  4. Ahora sí me dejaste, como perra panza arriba...

    A veces empiezo a creer (¿o siempre lo creí?), que hay hilos invisibles que mueven el mundo para que las cosas sucedan...
    Estremecedora historia la que me cuentas tú...
    y sagrada ISIDORA AGUIRRE, por siempre: Amén.

    Para escupir lo único necesario es saber hacia donde va el viento..., así es en casi todas las cosas de la vida..

    Te adoro.

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  5. Vuelvo esta vez desde Idilio, por si te apetece hacer una parada a relajarte un buen rato con la música del silencio.
    Besos

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  6. Pensar que en la cultura Punk la escupida acabó siendo un símbolo de apoyo a la banda, me da miedo.

    Digo, porque seguramente los tristes burócratas marketineros que reciban mis gargajos, lograrán como siempre ver el lado positivo, y se justificarán diciendo que es un nuevo modo que tiene la sociedad para apoyar sus ideas.

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  7. Un post de ensueño, inolvidable. Ya dije que me gustás demasiado con el cuchillo entre los dientes, y con estos gargajos que duelen a los tibios, hipócritas de Passolini.
    Escupió Jesús y también escupió Lucifer. Escupió Prometeo.
    Yo sólo escupo muy de vez en cuando, porque suelo cuidar las formas.
    El domingo, por ejemplo, escupí al televisor cuando un jugador de mi equipo (PLay station II) erró el gol que me daba el título. Para qué escupí el televisor? Para que mis hijos se cagasen de risa de tan inútil reacción.
    Pienso que mejor, debería escupir la cara de un cura. Ahora si, beso con toda la furia.

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  8. Señorita, escupe usted muy bien. Voy a seguir escribiendo mi lista de futuros esputados. Un saludo.

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  9. Cuando era niño, en los hospitales había escupideras y hoy curiosamente en mi pueblo van a empezar a multar por escupir...pero bueno, como ya no fumo escupo menos.
    un beso.

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  10. Lamento disentir en esto de los escupitajos.
    Realmente me parece asqueroso y bajo.

    En serio no hay dos gárgolas iguales en el mundo?
    Estás segura?

    Saluti

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  11. Como dice Pulgarcito es uno de tus post mejor escritos y como dice Nina, pocas cosas peores hay en la vida que ver a un señor escupir en la calle. El "prohibido salivar" me parece una perogrullada.
    No obstante la ex de Velazco Ferrero sentó jurispredencia en la materia y además de escupirlo le espetó: tomá, gargajo facial!
    Una pionera, sin duda.

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