PÁJARO DE CHINA

martes, 11 de mayo de 2010

VII.


Mis dedos se entrelazan para hacer una cuna
donde puedas caer sin desgarrarte.
Sueño tu modo de hacer un estandarte
de la mitad perseverante de esta luna.

Pobre de mí, cuando tallan las runas
que deshacen lo que he podido darte.
Pobre de mí. ¿Cómo podrías quedarte
si desaparecí? Tu memoria invierte mi fortuna.

La otra mitad del sueño no era mía,
como es mío el arte de acunar.
Las runas caen entre mis piernas mientras nombro.

Entonces nombro lo que no podría
robarme el viento que no cesa de robar.
Digo lo que no pide sostenerse en tu hombro.

Estrellas invariables en mi patria de escombros,
amores propios con los que armo cada amor.
Mis sobrevivientes del desastre fundan su diccionario del temblor.


Foto: Adriana Lestido.

8 comentarios:

  1. Te dije alguna vez que suelo leer tus poemas en voz alta. Ahora pienso que podría hacerlo con mis dos manos, así, juntas, palma contra palma y acomodadas debajo de mi mejilla izquierza. Porque así es como quiero dormirme, mientras leo en voz alta, por ejemplo este Poema, y porque ese es "tu arte de acunar".
    Beso furioso.

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  2. pre-cio-sa Vos, el poema y el comentario de Pulgarcito...!!!
    (también los leo en voz alta :) )

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  3. Me pasa últimamente que al leerte me quedo muda, sin palabras.
    Un abrazo de manos enlazadas.

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  4. Bonito peoma, sus palabras acunan el espíritu adormecido.

    Un abrazo.

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  5. entro y suena quien suena... no puedo dejar de contarte que tengo tatuado ese disco y que me alegro de que así sea, de llevarlo conmigo.
    Celebro, Pájaro, tu buen gusto... tu invención y tus sobrevivientes!

    Un fuerte abrazo para vos.

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  6. Y a mí que me encanta cuando te pones formalmente clásica y nos regalas estas maravillas de sonetos "Digo lo que no puede sostenerse en tu hombro". Efectivamente, nadie puede completarnos, darnos la plenitud, así que digamos.
    Un abrazo, Mariel.

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  7. "La otra mitad del sueño no era mía,
    como es mío el arte de acunar"
    No puedo dejar de preguntarme por esa otra mitad del sueño, de cualquier sueño, del tuyo, del mío, del de todos y cada uno, esas palabras me atraparon y me acuna una tibia incertidumbre junto a las hermosas imágenes de tu poema.
    La fotografía de la Lestido me interroga aún más y aumenta mi duda sobre aquello que no se ve, que no se dice, por esa otra mitad del sueño.

    Besos acunados

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